Protestan dominicanos contra una base naval de EE. UU. en su territorio
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Diferentes organizaciones progresistas y de izquierdas de la República Dominicana llaman a impedir la construcción de una base naval patrocinada por el Gobierno de EE. UU. en la isla de Saona, en el extremo sureste del país.
Los denunciantes afirman que esa decisión viola la soberanía nacional y es parte de un plan de Washington para controlar militarmente la nación caribeña.
El proyecto prevé la construcción de un muelle, unos cuarteles y otras instalaciones del complejo. La obra será ejecutada por el Comando Sur de EE. UU. que invertirá alrededor de 1,5 millones de dólares en la base naval, según anunció el jefe de la Marina de Guerra dominicana, el vicealmirante Nicolás Cabrera Arias.
La construcción de la nueva base naval forma parte de la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe, promovida por EE. UU. Las autoridades norteamericanas aseguran que la base servirá para fortalecer la vigilancia marítima de la zona y controlar el tráfico ilícito de drogas. No obstante, muchos expertos opinan que la lucha contra el narcotráfico es solo un pretexto y que en realidad la Casa Blanca persigue sus propios objetivos.
EE. UU. pretende controlar militarmente el Caribe
El analista Sandino Asturias sostiene que con la instalación de la base naval Washington busca “ir posicionando sus fuerzas militares en la región para la defensa de sus intereses”.
A su vez, el secretario general del partido Alternativa Revolucionaria, Iván Rodríguez, señala que EE. UU. tiene el propósito de instalar una base en el país caribeño desde el siglo pasado, ya que la República Dominicana está situada en un punto de intereses estratégicos de la Casa Blanca.
La iniciativa de la construcción en el territorio dominicano de una base naval financiada por EE. UU. ha provocado una gran preocupación entre algunos de los parlamentarios del país. Así el lunes los diputados del partido oficialista de la Liberación Dominicana presentaron un proyecto de solicitud para crear una comisión especial que investigue todos los aspectos vinculados con los planes de construir esa base, un hecho que, según ellos, contradice el artículo tres de la Constitución del país que establece “la inviolabilidad de la soberanía y el principio de no intervención”.
Además del aspecto político que, sin duda, es primordial, diferentes instituciones gubernamentales y no gubernamentales hablaron sobre el aspecto ambiental de este polémico proyecto. Por ejemplo, la Asociación Americana de Juristas, que protestó contra la construcción de la base alegando que esta serviría a los intereses geopolíticos de EE. UU., destacó también que la isla de Saona es parte del Parque Nacional del Este, una zona natural protegida, única en su biodiversidad. La construcción de cualquier instalación en la isla requiere un previo estudio del posible impacto ambiental, así como una autorización oficial.
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