El sub-15 devuelve la ilusión
especiales

Hace rato la ilusión se había perdido con un equipo Cuba de béisbol. Fracaso tras fracaso, algunos bien dolorosos, borraron la alegría no solo de los aficionados, sino de los propios peloteros, que dejaron de disfrutar sobre la grama y eso se traducía en no pocas derrotas.
En los últimos meses, sin embargo, dos novenas de talentos, la que participó en la Serie de Pequeñas Ligas en República Dominicana, y la selección nacional sub-15, lograron devolver la esperanza a la afición, desesperada por tener un plantel competitivo en la arena internacional y recuperar viejas glorias.
Ninguno de los dos se llevó el título en sus respectivos torneos, pero el entusiasmo generado es prueba fehaciente de que no es imprescindible la medalla de oro, a veces basta con entregarse al ciento por ciento y mostrar esa garra que siempre caracterizó a nuestros combinados nacionales.
El fanático sabe que ahora nos enfrentábamos a un rival de calidad superior (lanzadores que tiraban hasta 90 millas por hora, algo que muchísimos serpentineros de nuestro torneo élite no consiguen), y por eso valora el esfuerzo de estos muchachos, que levantaron de sus asientos en varias ocasiones a quienes estuvieron pendientes de sus actuaciones hasta altas horas de la noche durante la actual semana.
Poder verlos en vivo es un regalo que se agradece y se añora para otros certámenes. Es, además, la mejor manera de que los propios deportistas salgan mejor parados cuando los resultados no son los mejores, y todo lo que se dice al regreso suena a justificación.
En este caso, no es necesario decir nada, todo se vio en el diamante de Hermosillo, donde el sudor de los nuestros fue el mejor testigo de esa máxima de dejar el pellejo en el terreno.
Sé que a la vuelta de 10 años, cuando estos chicos debieran ser protagonistas en sus respectivos territorios e incluso en las preselecciones nacionales, varios de ellos se habrán perdido en el camino. Es normal, pero sus actuaciones impulsarán a otros a seguir su camino para mantener la calidad en el relevo.
Comparo incluso el pensamiento técnico-táctico de estos muchachos con los que actúan en la Serie Nacional sub-23 y los mayores no salen bien parados. Aquí vi disciplina en cada turno al bate, tiros a la base que corresponde y buen corrido de bases, lo cual demuestra que si se trabaja bien en los entrenamientos, eso sale a la hora de la verdad.
Reconocimiento aparte para el colectivo técnico encabezado por Alfonso Urquiola, quien probablemente sea el que menos contacto tuvo con estos chicos por sus responsabilidades en la pelota grande, pero supo confiar en quienes le rodean y sí estaban en el día a día de sus peloteros.
Fue este un buen premio al sacrificio de niños que, mientras sus amigos estaban de vacaciones, sudaban en los entrenamientos, limando las asperezas que luego no vimos en los partidos. Claro que deben mejorar un mundo todavía, pero la madera está ahí. Ojalá la mayoría transite por toda la pirámide del alto rendimiento cubano, a ver si regresa también la ilusión con la selección absoluta.
- Añadir nuevo comentario
- 1199 lecturas
Comentarios
Andres R
Elkin Sentino Valle
Añadir nuevo comentario