Wil Campa celebra 15 años de su orquesta con nuevos proyectos
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Por tercera vez Wil Campa llegó hasta tierra avileña para participar en el Festival Piña Colada. Su primera presentación fue el sábado en el municipio de Venezuela. El domingo, justo después del concierto en la Plaza Máximo Gómez, de la cabecera provincial, el líder de la Gran Unión conversó en exclusiva con CubaSí.
—¿Cómo lo recibió Ciego de Ávila y el Piña Colada?
—Como siempre, un público deseoso de bailar con la música de Wil Campa, con todos esos temas que funcionaron y las nuevas cosas que les puse en sus manos en esta noche. Fue una noche extraordinaria, con un poco de lluvia, pero nada... ahí estaba la Plaza, ahí están los videos, cargaditos de energía. Gracias al pueblo de Ciego de Ávila, muy feliz de compartir una vez más. Piña Colada es marca registrada internacionalmente ya, así que Wil Campa les da las gracias nuevamente y seguimos bailando con la música mía, zapato nuevo, a romper el piso, no hay de otra, mente positiva.
—¿En qué proyectos anda Wil Campa actualmente?
—Wil Campa activo siempre, no paro. Gracias a Diosito por darme esta fuerza y esta salud, creando constantemente. Si has visto el espectáculo de Wil Campa, es un opening constante, un evento de percusión, una energía positiva siempre. La música de Wil Campa transmite mucha energía, como digo yo.
«Ahora me encuentro realizando un gran disco con el sello Egrem, que es la disquera que me representa nacional e internacionalmente. Estoy haciendo mucha televisión, próximos programas que van a salir, diferentes galas como la de los Lucas, que vamos a estar presentes. Trabajando de puente a puente, por toda Cuba, elaborando una posible gira a Europa, y también la gira que hago todos los años a Canadá y Estados Unidos. Espero que las cosas sigan sonriendo para nosotros».
—La Gran Unión está de aniversario cerrado...
—Ya lleva la orquesta 15 años, los cumplimos este mes, estamos de aniversario, quince años de momentos históricos, momentos muy bonitos, donde hemos llorado, hemos sufrido, pero también hemos gozado mucho. Indiscutiblemente, Cuba es un país que se pone en vibra, se pone en función de una mancuerna perfecta entre Wil Campa y ese público. Sé que nos falta mucho, pero sigo trabajando. Tengo el deseo, es esa tarea que tengo conmigo mismo de alegrar al pueblo cubano y al mundo con mi música.
—¿Qué nos puede adelantar sobre el fonograma que tiene en producción? ¿Qué nos trae de nuevo?
—A Wil Campa muchas personas lo identifican o lo conocen con merengue, con temas como del swing del Caribe, pero yo siempre digo: «soy un sonero, sonero, sonero». El año pasado tuve un disco que estuvo nominado al Premio Cubadisco, bajo la producción de Roniel Alfonso, Zapato nuevo, un excelente disco. Wil Campa es sonero y timbero. Este nuevo álbum viene bajo la producción de Wilfredo Pachy Naranjo Jr., un excelente arreglista; estoy enamorado de las cosas que está haciendo.
«Es música bailable cubana, para bailar casino, para bailar la timba cubana, pero muy actual, con armonías, y los estilos son muy actuales y estoy, te digo, enamoradísimo. Trae once temas, muchos de mi autoría y otros de autores que siempre me componen como Carlos Cartaya. En fin... enamorado, va a ser un disco para bailar en pareja, para bailar en las Casas de la Música, para bailar en Europa, que Europa está defendiendo mucho y bailando mucho la música cubana.
«De eso va el disco. Tiene dos videoclips. Hay un tema que se llama Noche que está caminando muy bien en todas las discotecas en Europa. Sigo haciendo en otros trabajos la música urbana, como se puede decir, y la caribeña, pero este es un disco con el que me voy a dar nuevamente otro gustazo».
—¿Cuál es la clave de Wil Campa para mantener el diálogo con las nuevas generaciones?
—Te cuento: no me caso con ningún género, hago de todo. He sido criticado porque la gente cree que haces merengue o haces fusión. Yo hago de todo, lo que haga mover al pueblo, esa es mi tarea y yo siempre lo hago con bastante profesionalidad, bien fino. Hago morfa, el ritmo que está en la juventud ahora; lo hago, pero con mi letra, con mis cosas bonitas. Esa es una química y una manera de hacer las cosas que tengo. Gracias a Diosito querido, que con esta edad sigo convocando público, sigue la juventud bailando. El público que llega a mis plazas, sean niños, jóvenes, cualquiera, goza con Wil Campa, porque Diosito me ha dado esa posibilidad de convocar y de transmitir esa energía, jugar con ellos, hacerlos reír, y de eso va el espectáculo de Wil Campa.
—Goza el público, pero usted también da la impresión de que está gozando todo el tiempo sobre el escenario. ¿Es así?
—Es así. Wil Campa siempre está gozando, no para Wil Campa. Te digo que soy hiperquinético. Yo no puedo estar allá arriba quieto, porque yo quiero que ellos bailen, así que el primero que tiene que bailar soy yo, eso no falta nunca.
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