Yang Fudong: La distancia de la realidad

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Yang Fudong: La distancia de la realidad
Fecha de publicación: 
5 Octubre 2011
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En el Centro de Arte Contemporáneo Wilfredo Lam, en la capital de la isla, se inauguró el 4 de octubre, a las 5:00 p.m., la exposición personal de Yang Fudong (Beijing, 1971), considerado uno de los artistas chinos más importantes en la actualidad, quien por vez primera exhibirá en Cuba una amplia muestra fotográfica y alrededor de cinco audiovisuales de su autoría.

Hasta el venidero mes de diciembre y bajo el título de «La distancia de la realidad», el público de la capital podrá disfrutar de las creaciones de este joven artífice internacionalmente reconocido, quien recrea sus trabajos en las posibilidades formales, estilísticas y expresivas del cine y el video para poder explorar los sentimientos de una nueva generación de jóvenes urbanos, en un país en constante cambio, en el que la cultura del pasado aparece y se reconfigura en el presente de las grandes ciudades.

Sin olvidar su condición de pintor, Yang Fudong recrea en sus videos los procesos pictóricos narrados con un nuevo lenguaje visual. La experimentación del ritmo y la velocidad de imágenes del video son para él los mayores atractivos de este medio, donde sabe fundir lo propio con lo universal, precisa una nota publicada en la página digital de Arte 10, Monográficos de Arte 10. Revista de arte contemporáneo.

Haciendo uso de elementos muy locales, construye su discurso narrativo a partir de ciertos elementos constantes, como la belleza de la imagen, la evocación del silencio, el tratamiento psicológico de los temas y las reflexiones filosóficas relativas a la existencia del hombre. En su obra existe una profunda preocupación sobre la situación del artista, del intelectual, de su relación con el paisaje exterior y su reflejo interior; la identidad del individuo más allá de un sistema cultural que le ha marginado y en el que ha de redefinir su posición.

Yang Fudong es uno de los jóvenes artistas chinos que están revolucionando el panorama creativo del gigantesco país asiático. Alejado del conocido realismo cínico y del pop, este creador asume la tradición europea de la nouvelle vague para crear deliciosos filmes en blanco y negro con un fuerte componente poético y filosófico.

“Fudong representa una generación de artistas orientales que están sufriendo en su persona un cambio transversal en los modos de producción y desarrollo de su país natal: China. Esto es importante porque es necesario para entender el desarrollo conceptual de su obra. En Fudong no hay tradición al uso. Ni realismo pop-cínico. Sin ir más lejos, el artista usa el cine y el vídeo (muy en la línea europea) en sus obras para poder explorar los efectos vitales que padecen una nueva generación de jóvenes urbanos, en un país en constante cambio radical. Para ellos, y, concretamente, para Fudong, la cultura del pasado (tan alabada por algunos intelectuales) aparece rotunda y se reposiciona de manera fantasmal en el presente de las grandes urbes neocapitalistas y

ultratecnológicas que crecen expansivas como un lunar al sol”, así se subraya en las palabras al catálogo de la exposición realizada por el artista, en ocasión del décimo aniversario del Museo Esteban Vicente, de Segovia, donde expuso su primera retrospectiva en España.

Yang Fudong comenzó su carrera en 1991. Ese mismo año ingresó en el departamento de pintura de la Academia Nacional de Bellas Artes de China (situada en Hangzhou). Fue en este lugar donde comenzó a tener contacto con los nuevos medios artísticos, y en especial con la fotografía contemporánea. En 1998 fijó su residencia en Shanghai, ciudad más abierta a experimentaciones, y donde se respira más ‘libertad’ creativa.

Una vez situado en la gran urbe, inicia su carrera profesional participando en diferentes exposiciones colectivas nacionales que le servirán para dar el salto hacia el exterior.

“El cineasta ha creado a lo largo de estos años obras de cine independiente sin salir de China. Delicadamente filmadas en blanco y negro, y en un formato de 35 mm, Yang combina el lirismo del estatismo vacío de la pintura china, con la expresividad de la Nouvelle Vague europea, todo ello mezclado con un toque de Jim Jarmusch, al que Yang cita frecuentemente como inspiración.

El desarrollo de sus obras siguen parámetros similares: confecciona tableaux vivants y ralentiza el desplazamiento de las imágenes siguiendo líneas no narrativas necesariamente planteando, de alguna manera, cuestiones filosóficas relativas a la existencia como tal y a la tradición intelectual”, se enfatiza en las palabras al catálogo antes citado.

Para Fudong, la composición de las imágenes cumple una función totalmente representacional. Es decir, el supuesto de que la narración es la representación de una realidad pre-existente, y que esta representación es fiel a la naturaleza de esa realidad no parece encajar con el artista. Ante la tradición de la narratividad horizontal, omnisciente y selectiva, éste responde con un extraño neoclasicismo cinemático.

“O sea, la sucesión de imágenes no tiene por que ser necesariamente causal, es decir, no tiene por qué seguir una lógica en la que a toda causa le sigue un efecto único. Fudong intenta hacer poesía, no crítica social. En cierta manera, conserva una idea anti narrativa, utilizando en exceso el plano-secuencia y el incremento de la polisemia visual. En definitiva, la sensación es de ver pintura clásica en movimiento. La muestra del Esteban Vicente, supondrá una excelente oportunidad de ver las obras de un artista excelente y del que se oirá hablar en importantes subastas de arte ulteriores. Y es que hay temas que son universales…”, se expresa en las palabras del catálogo para la exposición del Museo  Esteban Vicente.

En el año 2002, la XI Documenta de Kassel —donde completó y estrenó el rodaje de su primera película, Estranged Paraíso—, le abrió las puertas hacia el reconocimiento internacional, y tras ella seguirán múltiples exposiciones en Europa, Estados Unidos y Asia (Kunsthalle Wien, 2005; Castello di Rivoli-Museo D´Arte Contemporanea de Turín, 2005; y Stedelijk Museum, 2006), así como su participación en las Bienales de Venecia de 2003 y 2007, en la de Shanghai de 2004 y en la de Moscú de 2005.

Posteriormente, su labor en el cine incluyó lo que se convertiría en cinco partes del ciclo Siete intelectuales en un bosque de bambú, producción que completó en 2007 y que es probablemente su trabajo más conocido hasta la fecha.

La muestra de este prestigioso creador chino llega al Centro Wifredo Lam —San Ignacio 22, Plaza de la Catedral, Habana Vieja— precedida del éxito del público y de la crítica durante su exhibición en otras galerías e instituciones de varios países, entre ellas el Centro Georges Pompidou , Art Basel Miami Beach, el Museo de Arte Moderno (Gramercy Theater) y el International Center of Photography de Nueva York. Este año, antes de viajar a Cuba, el quehacer plástico de este artista se presentó en la Espoo Museum of Modern Arte en Finlandia, donde se mostraron cuatro instalaciones de videos.

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