Plan de EEUU de sustituir gas ruso en Europa presenta obstáculos
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El plan del presidente estadounidense, Joe Biden, de enviar más gas natural a Europa para sustituir la dependencia de esa región del combustible ruso, enfrenta hoy algunos obstáculos prácticos, señaló el diario The New York Times.
El mandatario norteamericano y la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, anunciaron este viernes un grupo de trabajo conjunto para reducir la compra de ese hidroarburo a Rusia como parte de la arremetida de Occidente contra Moscú por su operación militar en Ucrania.
Según informó la Casa Blanca, ese equipo buscará garantizar volúmenes adicionales de gas natural licuado para el mercado de la Unión Europea (UE) de al menos 15 mil millones de metros cúbicos en 2022, una cantidad que podría aumentar en el futuro.
De acuerdo con el rotativo neoyorquino, ese plan “será en gran medida simbólico, al menos a corto plazo” debido a que Estados Unidos no tiene la capacidad suficiente para exportar más y Europa tampoco cuenta con la logística para importar una cantidad significativamente mayor.
En los últimos meses, -apuntó el Times-, los exportadores estadounidenses incrementaron la producción de las terminales que convierten el gas en un líquido para transportarlo fácilmente en grandes buques cisterna y desviaron hacia Europa envíos originalmente destinados a Asia.
Sin embargo, expertos dijeron al medio que construir terminales en ambos lados del Atlántico para expandir el intercambio podría llevar de dos a cinco años, por tanto, es probable que esa realidad limite el alcance del anuncio de Biden y Von der Leyen.
Además, especialistas advierten del impacto de la compra de energía de origen fósil en Estados Unidos en las políticas para combatir el cambio climático, aunque al parecer esas preocupaciones pasaron a un segundo plano en el afán de evitar ingresos para la economía rusa.
Evidentemente tampoco pensaron en cuánto eso puede influir en el aumento de los precios de los combustibles para los europeos, que hasta ahora adquirían en el país euroasiático el 40 por ciento del gas utilizado, y ahora lo comprarán mucho más caro en el mercado norteamericano.
Esta semana el presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó que mantendrán el suministro de su gas natural a países con una conducta hostil en las cantidades y precios establecidos en los contratos, pero empezarán a cobrar esas transacciones en rublos.
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