Economistas de Cuba examinan situación inflacionaria
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Los problemas de la economía actual de Cuba y en particular el tema de la inflación ocupan hoy la atención de los especialistas e investigadores en la isla.
Un reporte publicado este viernes en el sitio digital Cubadebate aborda diversas opiniones de economistas al respecto.
Explica el medio que inevitablemente, el impacto de la pandemia de la Covid-19 se siente en el país, en medio del ordenamiento monetario y otros factores como el bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba.
La enfermedad, recalcan, provocó un alza de los precios a una escala que no se veía desde hace décadas.
De ahí que la publicación encuestara al asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial y Premio Nacional de Economía, José Luis Rodríguez, al profesor e investigador de la Universidad de la Habana, Ricardo González, y al asesor Jesús Pulido.
El primero señaló que es necesario tener en cuenta que la inflación –como aumento generalizado de los precios de bienes y servicios en un período de tiempo determinado- es uno de los fenómenos de mayor complejidad que puede enfrentar una economía.
Por ello, sentenció, no existen soluciones sencillas y rápidas para enfrentarla y revertir sus efectos.
Refiere la estadística disponible que evidencia antes del 2020 la existencia de una presión inflacionaria creciente al aumentar la masa de dinero en circulación con una disponibilidad menor de bienes y servicios.
Tal situación se agudizó en 2020 y 2021 por la crisis debido a la irrupción de la pandemia.
Por otro lado, explicó, la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria que se implementó en 2021 mediante una devaluación del peso cubano frente al dólar de Estados Unidos respondió a la necesidad de ajustar la contabilidad social para reflejar adecuadamente los hechos económicos.
En este caso y como ocurre con toda devaluación, se produjo un incremento de la presión inflacionaria y la misma se previó compensarla con aumentos de los salarios y las pensiones de los jubilados.
Sin embargo, debido a la crisis que provocó el rebrote de la Covid-19, no se alcanzó a cubrir el aumento de los precios que se observó en el mercado.
Y dijo que para enfrentar esta situación se requiere un programa que –por un lado- mitigue de inmediato los efectos de la inflación en las personas y por otro reduzca el índice de precios al consumidor a mediano plazo.
Por su parte, Pulido señaló que para enfrentar cualquier proceso inflacionario se requiere la adopción de un conjunto de medidas o acciones que permitan el desarrollo eficiente y eficaz de todas las fuerzas productivas de un país.
En el caso de Cuba, propone hacer extensiva la medida tomada con los viajeros, quienes pueden entrar al país alimentos, medicinas y productos de aseo, a otros bienes de consumo popular, a través del sistema de paquetería desde el exterior.
Incluye en sus recomendaciones, ampliar la gestión de las transitarias con la contratación de gestores y transportistas particulares para aumentar la eficiencia en la distribución de esos productos.
Además señala la recomendación de permitir a todos los actores económicos que puedan decidir acerca de cómo realizar sus exportaciones e importaciones, unido a detener el inicio de algunas inversiones que requieren grandes volúmenes de MLC (moneda libremente convertible).
Esas inversiones dedicarlas al financiamiento de pequeñas fábricas para producir alimentos por las cooperativas agropecuarias, mediante préstamos con bajas tasas de interés (entre otras propuestas).
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