Padres e hijos, responsabilidad mutua en temas escolares
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Foto: Unicef
El retorno a las aulas, la alegría de los pioneros, ha sido una bendición para la familia cubana que ansiaba ver a sus niños de vuelta con sus amigos, maestros, y aprendiendo conocimientos que les servirán para su futuro y vida en general.
Durante meses los estudios tuvieron que pasar a la modalidad a distancia, consultas vías WhatsApp, Messenger, llamadas telefónicas, y las habituales teleclases que muchos jóvenes de hoy día presenciaron cuando cursaron los niveles de enseñanza media.
Fueron meses sin la presión directa de los educadores sobre los más pequeños, por lo cual, la familia, como la primera escuela, tuvo que, entre pandemia, teletrabajo y niños en casa, asumir la realidad nueva también como pedagogos, los padres y abuelos.
Ahora ese tiempo, en modo lento que solo pasaba frente a pantallas, ha pasado a ser activo, al punto de que los niños tengan que ponerse las pilas para consolidar contenidos y prepararse para los trabajos integradores y exámenes finales próximos.
No es hora de relajarse ni tomarse a la ligera la culminación del curso, como tampoco los padres deberán dejar solos a sus hijos con materias que, por más que se hayan remarcado en las teleclases, en la concreta pueden surgir lagunas, dudas normales para cualquier estudiante.
Es momento de la unidad familiar, por la salud mental de nuestros hijos y su tranquilidad. Más allá de la responsabilidad que estos deban asumir, los padres, en este acápite extraordinario de educación en tiempos de COVID, deberán bien emprender su papel.
Y es que los padres no son para vestir y sacar a pasear a sus descendientes, ni sacarlos a lucir con el último modelo de un celular o el pullover Mango de la más reciente temporada. Los padres, como tutores, son los educadores por excelencia en su formación cívica y general.
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Carlos de New York City
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