La lucha cubana se perfila como uno de los deportes que mejores dividendos pudieran aportarle a la delegación que incursionará en los I Juegos Panamericanos Junior de Cali, Colombia (del 25 de noviembre al 5 de diciembre).

Y no solo por el hecho de haber obtenido sus 18 clasificaciones en el Panamericano de la categoría disputado en Oaxtepec, México, sino por el hecho de que, en esa lid, donde presumiblemente se midieron a la mayoría de los adversarios que tendrán enfrente en colchones cafeteros, se agenciaron cinco títulos, tres platas y siete bronces.

Tal fue el poderío de los nuestros en ese termómetro continental previo, que únicamente los colombianos, en su condición de anfitriones, presentarán armadas completas.

Y por qué digo que presumiblemente, por el hecho de que cabe remarcar que en el caso de a lucha como disciplina de combate, se clasifica la división y no el atleta, por lo cual tanto nuestra armada, como alguna otra, pudiera estar sujeta a cambios por diferentes razones.

De vuelta a Oaxtepec, para tener una idea de las divisiones con mayor palmarés y proyectar posibles rendimientos tenemos que se coronaron los gladiadores del estilo libre Arturo Silot (97 kg), Laura Herin (53), Yolanda Cordero (62) y Osmany Diversent (57), además del grequista Jeisser Sampson (130).

Las preseas de plata correspondieron al estilo libre por intermedio de Liosbel Hernández (86 kg) y Greili Bencosme (50 kg); en tanto los también libristas Yoan Robert (125), Yaynelis Sanz (57) y Orislandy Perdomo (74), y los clásicos Samuel Gutiérrez (60), Yosbani Nápoles (67), Arlier La O (77) y Liober Betancourt (97) quedaron en bronce.

Combate final en Oaxtepec entre Sampsom y el representante esrtadounidense P.Christensen.

Profundizando en la materia

¿Por qué afirmar que la lucha pudiera erigirse como la disciplina más laureada en Cali? Trataremos de develarles varios argumentos.

El primero es el hecho de una hegemonía todavía indiscutible en el estilo clásico, con rendimientos de relieve tanto en la categoría élite, como en Juveniles, como en el sub-23. Baste mencionar los ejemplos de Daniel Gregorich y Gabriel Rosillo como ejemplos recientes más latentes de podios mundialistas. De hecho, el propio Rosillo pudiera asistir pues cuenta con 22 abriles. En lo personal, por estrategia y oportunidad de desarrollo mantendría en la nómina a Liober Betancourt.

En el caso de la libre el doble as sub-23 Reineris Andreu, y Yonger Bastida (abandonó la escuadra) son los casos más notorios; mientras entre damas Yudari Sánchez, Lienna de la Caridad Montero y Milaymis de la Caridad Marín han saboreado la gloria. Por cierto, Marín también pudiera estar en el equipo; lo mismo que Laura Herin, quien ya acumuló dos pleitos en la durísima palestra olímpica con solo 20 abriles.

Un detalle. En tres ediciones mundialistas de la categoría sub-23, la misma en la cual se pugnará en Cali, Cuba atesora cuatro títulos, una plata y tres bronces, para una sólida sexta posición de un medallero histórico regenteado por Japón (25-7-6), Rusia (11-15-18), y Georgia (10-8-7).

Ciertamente en el estilo libre las legiones de Estados Unidos son las indiscutibles dominadoras, por lo que de antemano pudieran presagiarse cruentos duelos entre antillanos y estadounidenses. Eso sin descartar el avance de otras naciones como Canadá, Colombia, y Venezuela, fundamentalmente.

En medio de semejante panorama continúan los nuestros con mayores opciones de dominar la disciplina, no solo por inscripciones, sino por la calidad real de sus estrellas nacientes. Y esa misma fe tienen depositados los colectivos técnicos de entrenadores en ellos, pues al decir de José Mario Olivera, los clásicos irán en busca de cuatro vellocinos.

Un propósito bien ambicioso, pues en Oaxtepec su foja fue de un título y cuatro bronces. Claro, mucho ha llovido de junio a la fecha, y de seguro nuestro elenco estará mucho mejor preparado que entonces a finales de noviembre.

Las matemáticas contemplan que la libre masculina bien pudiera emular sus dos coronas continentales; y en el caso de las féminas, las de mayores opciones desde mi perspectiva, por kilometraje serían precisamente Herin y Marín, sin descartar a Cordero, solo que sobre esta última pesan menos batallas “a muerte”.

Ese pudiera ser un modelaje a futuro, cuando mes y medio nos separan de la ceremonia inaugural de los I Juegos Panamericanos Junior. Otras variables de incidencia siempre deben ser contempladas en un performance determinado. Usted espere próximamente pormenores en voz de los protagonistas. Por ahora cabe enfatizar que con los tres cupos adicionales ganados por los tiradores este jueves, Cuba cifró momentáneamente su cifra de clasificados a esa justa multideportiva en 205 efectivos.