Expertos y jefes de cuerpos policiacos indicaron a The New York Times que hay varios elementos que dieron cabida a este resultado, desde que se comenzó a contabilizar los homicidios en 1960, siendo la pandemia de COVID-19 un elemento clave.

Se cometieron 4,901 asesinatos adicionales en 2020 en comparación con el año anterior. En total hubo 21,500 homicidios.

La ciudad de Nueva York, por ejemplo, experimentó alrededor de 500 asesinatos en 2020, en comparación con 319 en 2019; Chicago tuvo 771 asesinatos el año pasado, en comparación con alrededor de 500 en 2019.

El reporte agrega que esa tendencia podría volver a la baja conforme avanza la reapertura del país con medidas contra la pandemia de coronavirus.

A pesar del incremento, el informe agrega que no supera el el récord de principios de la década de 1990.

“Es una tormenta perfecta”, dijo el jefe Harold Medina del Departamento de Policía de Albuquerque sobre los incrementos de muertes en esa ciudad, una de las que registró importantes alzas, pero citó a la pandemia como un factor detonante.

El informe integra información de casi 16,000 agencias de aplicación de la ley en todo el país y, se agrega, que los homicidios ocurrieron prácticamente en todo el país, aunque ciertas ciudades tuvieron un marcado incremento.

Incluso hay una tendencia de incremento este año, adelantó Jeff Asher, un analista de delitos con sede en Nueva Orleans, que apuntó que se espera, al menos un alza del 10 por ciento para 2021.

“La pandemia jugó un papel importante, causando estrés económico y mental, forzando a las personas a estar juntas por períodos más largos y creando un clima de incertidumbre y malestar”, se indica. “Millones de estadounidenses perdieron sus trabajos, negocios y, en algunos casos, sus viviendas… El sentimiento generalizado de desesperación ayudó a alimentar la fricción social y el crimen”.