Cada esfuerzo, aunque pequeño, cuenta
especiales
A pequeña escala, desde la inteligencia y el emprendimiento de cubanas y cubanos le han ido naciendo a la nación innumerables proyectos que apuestan por la vida, la sustentabilidad, el aprovechamiento de recursos, la economía circular, el detalle de lo útil y diferente, el encadenamiento de producciones y servicios... Proyectos que implican hacer, y hacer bien, sin importar desde qué sector de la economía se materializan.
“Dejar que la gente haga, es el reto”, reconoció el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, este viernes durante una singular jornada de trabajo, como parte de la cual recorrió diferentes puntos de La Habana, donde desde la creatividad también se sueña y construye un mejor país.
Conocer cómo marchan esos proyectos, qué limitaciones o problemas pueden tener para desarrollarlos, y en qué medida puede el Gobierno ayudar a impulsar esos empeños, fueron algunos de los propósitos planteados por el Jefe de Estado a sus interlocutores. No por casualidad el mandatario se hizo acompañar, en los lugares visitados, por el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández; miembros del Secretariado del Comité Central del Partido que atienden esferas asociadas a estas actividades; varios ministros; así como las máximas autoridades del Partido y el Gobierno de la capital.
VidaBum, producciones acuapónicas, es un proyecto que nació en el capitalino municipio del Cotorro, en el pasado mes de octubre, bajo el auspicio de la Cooperativa de Créditos y Servicios “Camilo Cienfuegos”, dedicada a la producción de cultivos varios.
El ingenio y esfuerzo de un reducido grupo de trabajadores permitió materializar este proyecto en instalaciones de la planta de tratamiento de aguas residuales industriales, perteneciente a la Cervecería “Guido Pérez”, que estuvieron inutilizadas por más de 40 años.
El solo hecho de darle valor de uso a estas instalaciones, consideró el Presidente Díaz-Canel, convierte en innovador el proyecto, a partir del cual se ratifica que es posible, y además necesario, compartir espacios entre formas de producción estatal y no estatal.
Producir alimentos de alto valor nutritivo, con un ahorro de agua y energía, así como el reaprovechamiento de los desechos orgánicos, es uno de los propósitos esenciales del proyecto, dedicado al desarrollo de las producciones acuapónicas.
Como rasgo distintivo de esta actividad, el arquitecto Yasmany Martínez Sifredo, uno de los participantes del proyecto, destacó que es totalmente natural, orgánica y ecológica. En tal sentido, definió la acuaponía como un sistema sustentable de producción de alimentos que integra la cría de peces (acuicultura) con el cultivo de plantas en agua (hidroponía).
“Las plantas toman del agua los abundantes nutrientes derivados de los desechos metabólicos de los peces, los cuales son más completos que en el cultivo natural en tierra”, detalló.
En apenas seis meses, en estas instalaciones ya han logrado tener en los estanques 368 000 alevines, 24 500 peces en preceba y 23 000 en ceba, de los cuales serán cosechados los primeros en los próximos días. La claria y la tilapia son las dos especies de agua dulce que aquí se cultivan, acotó.
Potenciando un proceso de economía circular, una vez que se saquen los peces de estos estanques, el agua en la que se han desarrollado pasará a las dos casas de cultivos que se alistan para plantar las primeras posturas de lechuga.
Como parte del proyecto, también han diseñado un flujo tecnológico que abarca la comercialización, lo cual contribuirá a incrementar la oferta de alimentos en la población del territorio. “Esta es una actividad productiva de gran incidencia en el desarrollo territorial”, aseguró Martínez Sifredo al Presidente de la República.
Durante el intercambio y recorrido por las diferentes áreas, Díaz-Canel se interesó, entre otros detalles, por conocer sobre la formación profesional de los integrantes del colectivo, que provienen de varios saberes; los ciclos de producción de las especies que en estos momentos se cultivan; y el pago a los trabajadores.
Más adelante en la tarde, el mandatario visitó, también en el propio municipio del Cotorro, el Centro de Producción de Abonos Orgánicos, perteneciente al Grupo Empresarial de Logística (GELMA), adscrito al Ministerio de la Agricultura.
Aquí se ultiman detalles para la puesta en marcha de una planta orgánico-mineral con componentes de la industria nacional que permitirá el encadenamiento de varios ministerios del país. Entre otros productos, se desarrollarán suelos mejorados, productos orgánicos como el humus de lombriz y líquido para su comercialización en los centros especializados y en los consultorios agropecuarios.
Este es un paso importante tras el propósito de producir en el territorio nacional todo cuanto nos conceda soberanía y nos conduzca a disminuir las importaciones. El uso de soluciones propias ante nuestros problemas es hoy, más que nunca, un camino necesario para el desarrollo de la economía cubana.
HACER DESDE EL EMPEÑO DE LA CREACIÓN
La pequeña escala también es importante en la parte local, y un país no la puede dejar de atender, porque ella llena los vacíos de pequeñas cosas que desde lo nacional no siempre se pueden atender. La reflexión, hecha por Liliana Núñez Veliz al Presidente cubano, llama la atención sobre un hecho que también define esencias en este quehacer del país donde todos los aportes cuentan.
Junto a esta mujer emprendedora y valiente, Presidenta de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, había iniciado su recorrido el Jefe de Estado poco antes del mediodía de este viernes, para conocer de primera mano cómo se desarrolla el pequeño proyecto “Filifiore Habana”, para la elaboración de jabones de manera artesanal que tiene un alto componente de sostenibilidad y de respeto ambiental, basado en el aprovechamiento de una economía circular, con cero desechos, y potenciando el uso de lo local.
Mi camino, explicó al mandatario y la comitiva que lo acompañaba, es buscar soluciones cosméticas basadas en la naturaleza para descontaminar nuestra piel y el entorno, reduciendo desechos y aumentando el contacto directo con productos naturales menos procesados o sintéticos para lograr una piel limpia y sana.
Apenas unos 80 jabones elabora Liliana cada mes, en la cocina de su propia casa. Mucho ha investigado y estudiado desde que decidió adentrarse en este mundo del cual muy poco sabía antes. Desde el primer momento hizo suyo el uso de materias primas propias de elementos que normalmente se desechan en la vida doméstica y también de las que adquiere a partir del encadenamiento con otros emprendedores.
Desde sus producciones, si bien no están soñadas para gran cantidad de personas, da respuesta a solicitudes específicas de quienes se han vuelto asiduos a ellas y aprecian su calidad.
Ahora lo que nos toca como Gobierno, subrayó Díaz-Canel, es llevar a cabo un levantamiento de todos los cubanos que están haciendo cosas como estas, útiles.
Destrabar todo lo que tiene que ver con normativas; orientar desde el conocimiento a quienes emprendan proyectos como estos, para que sepan lo que pueden hacer y cómo, son también tareas que debemos asumir con inmediatez, reflexionó.
Así, habló también sobre encadenamientos productivos con la industria, brindarles servicios, aprovechar capacidades que hoy están subutilizadas y seguir haciendo juntos en pos del desarrollo de la nación.
Esencias que toca asumir e implementar al país para lograr que todos los actores, estatales o no, se sientan parte de la construcción de la Cuba que soñamos.
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