Para el taekwondoca Rafael Yunier Alba Castillo el año 2020 estaba marcado en rojo en el almanaque… Intentaría su anhelada medalla olímpica en la cita estival de Tokio.

Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 trastocó todo y el espigado santiaguero ha tenido que postergar sus planes.

Fiel a su condición de doble campeón mundial, Alba no tuvo contratiempos para dominar su división (+80 kilogramos) en el torneo preolímpico de América, celebrado en Costa Rica en marzo pasado.

Allí se convirtió, por demás, en el único representante del taekwondo cubano -como ocurrió en Río de Janeiro 2016- asegurado para la magna cita.
Tras el confinamiento en su natal Santiago de Cuba, Rafael Yunier reinició su preparación junto al entrenador René García, fiel al empeño de acceder al podio de premiaciones en la capital japonesa.

«En casa solo pude trabajar la parte física y cuando la provincia pasó a las etapas de menos restricciones pude comenzar a entrenar con otros atletas santiagueros de la preselección nacional, los cuales me han ayudado mucho durante este tiempo», enfatizó.

Consciente de que su división es una de las más complicadas en la arena internacional, el también subcampeón panamericano de Lima 2019 dijo explicó que «en estas últimas semanas nos hemos enfocado en la fuerza y la resistencia para poder enfrentar a unos rivales que te exigen el máximo desde el primer segundo hasta el final del combate».

Y continuó: «Quiero agradecer a mis compañeros de equipo por el apoyo que me dan para alcanzar mi mejor forma física, pero hay una realidad... Mucho ejercicio y pocos combates de nivel no son suficientes en este deporte tan riguroso, sobre todo cuando la aspiración es dar al pueblo el alegrón de una medalla olímpica».

Su preparador René García se mostró complacido con la forma mostrada por el taekwondoca de 26 años de edad, luego de varios meses alejado del entrenamiento diario.

«Hemos estado mucho tiempo detenidos, pero Alba salió muy bien en las pruebas técnico-tácticas, en que también comprobamos que se mantiene en el rango requerido. No esperaba menos de un atleta de su disciplina deportiva.

»Rafael no es de los más fuertes -muscularmente- de la división a nivel mundial, pero está entre los más rápidos y queremos mantener eso, porque es uno de los puntos que nos han ayudado a obtener buenos resultados. Hoy podemos asegurar que ganar una medalla en Tokio 2020 no es imposible para él», finalizó el entrenador.