Havana Club: Lo icónico, paso firme, y agasajo a La Habana en sus 500
especiales
Como esa imagen de una dama elegantemente vestida, que destila glamour en su andar de pasos sólidos; como la Giraldilla que, en su etiqueta, arropa distintivamente su botella… así enrumba Havana Club hacia nuevos horizontes, con su casaca de rubro exportable cubano afianzado, a tal punto, que en el 2018 alcanzó las 4.6 millones de cajas vendidas en más de 120 países.
Hablamos de un producto que tiene un lazo irreductible con La Habana. Baste leer su nombre o dirigir la mirada a su etiqueta, y cualquier interrogante relacionada con el vínculo que sostiene con una ciudad que arriba a sus 500 años, será respondida de facto.
En el agitado escenario de FIHAV, CubaSí tuvo la oportunidad de acercarse a este ícono, que lanzó dos nuevos productos: uno de ellos, el 1519, en homenaje a nuestra villa San Cristóbal de La Habana.
El 1519 cuenta, en sus mezclas, con bases que superan los 20 años de añejamiento.
Sergio Valdés, director de Desarrollo de Mercado en Havana Club Internacional S.A., expresó que FIHAV se ha convertido en una razón de ser de la empresa. «Tenemos siempre el compromiso de presentar una novedad cada año.
«Esta edición fue diferente, pues llegamos con dos productos de primerísimo nivel: uno exclusivo en edición limitada para agasajar a nuestra ciudad en su 500 aniversario, es el Havana Club 1519, cuya producción se fijó en 500 botellas; de ellas, 300 comercializables.
«Este producto tiene una historia espectacular y halla su origen en un ron que se preparó para el 480 aniversario de la entonces Ciudad de La Habana.
«Cuando se concibió, hace 20 años, ya era un gran ron Extra Añejo; podrán imaginarse ahora la prestancia de las mezclas y bases empleadas, con la inteligencia y visión de futuro del maestro ronero, al proyectar un líquido que continuaría creciendo exponencialmente en cuanto a sus potencialidades.
«A partir de ahí, se desarrollaron versiones para celebrar el 485, 490 y 495 aniversario, hasta llegar a este producto».
—¿Qué lo caracteriza? ¿Qué lo convierte en un espirituoso cautivador?
—Es un producto espectacular. Su perfil sensorial es exquisito, con aroma muy particular, sin destaque de una nota específica, pero con un balance muy exacto de sus diferentes componentes. Se trata de un equilibrio único en cuanto a olor, sabor y textura, además de una coloración ámbar profunda que lo distingue.
«Ese es nuestro tributo. Si una marca está totalmente ligada y comprometida a hacer algo de muy alto nivel para homenajear a la ciudad, esa es Havana Club.
El Cuban Smoky puede considerarse un hermano menor en prestigio, y más atrevido por sus notas ahumadas del 7 años. Foto: Jorge Lus Sánchez Rivera.
«El otro producto lo denominamos Cuban Smoky, que a partir de Havana Club 7 años se ha desarrollado un líquido con notas ahumadas, derivado de una nueva etapa de envejecimiento en barriles de roble que fueron utilizados en la producción de whisky escocés, los cuales llegaron por accidente a la ronera de San José provenientes de la isla de Islay, y el maestro Asbel Morales se lanzó en la aventura de este atrevido ron, el cual venía soñando desde hacía algún tiempo.
«Un elemento muy favorable es que cuando lo tomamos, percibimos que seguimos en presencia de un ron, solo que con marcados toques ahumados. La botella es provocadora, la misma del siete años, pero con colores rojo brillante y muy vivos, sensorialmente atractivo.
«De hecho, iniciaremos su comercialización en Cuba con mil cajas, pues darnos a conocer en el mercado nacional siempre constituye una premisa».
—¿Pudiéramos pensar que, por su nombre y características descriptivas, el Smoky pudiera ser ideal para maridar con Habanos?
—Indiscutiblemente hablamos de un producto con un perfil fuerte, complejo, que hace maridaje con algunos de los Habanos. Directamente no está definido ni una marca ni vitola en específico, pero sin dudas sí lo es. Los fumadores de habanos de seguro percibirán esa cualidad en el Cuban Smoky.
Un atractivo trabajo de diseño en la visualidad con colores rojos intensos, hace que el Smoky atrape por su presentación.
—Hablemos de mercado. Teniendo en cuenta el liderazgo de la marca, y en medio de un escenario de arreciamiento del bloqueo, con la imposibilidad, como consecuencia del bloqueo, de comercializar la marca en Estados Unidos (consumidor mundial del 40% del ron que se produce), ¿cómo se las ingenia la marca para crecer?
—Havana Club goza de excelente salud, traducido en un excelente crecimiento de la marca, tanto en el mercado doméstico, como en el internacional. Decir que en el 2018 crecimos en ventas en un 7%, estamos ubicados en el número 22 dentro de todas las marcas internacionales de todo tipo de bebidas espirituosas.
«Posición 22, si pensamos en todas las bebidas de este grupo que existen en el mundo, ya es un resultado espectacular. Si sopesamos el elemento de estar excluidos del mercado estadounidense, exhibimos estos indicadores, además del número tres entre los rones netamente, y la marca crece en sus mercados tradicionales como Reino Unido, Alemania, Francia…
«Asimismo nos posicionamos con muy buenos resultados tras nuestra arrancada en Brasil, hay planes importantes para Canadá, México se comporta de manera muy positiva. De hecho, América es el segundo territorio después de Europa en cuanto a mercados, pero con tendencia a incrementar su peso dentro de nuestras exportaciones.
«Seguimos en la exploración de nuevas áreas como Centroamérica, cerrando contrato en países productores de ron, y con productos de calidad. Sin embargo, hay consumidores en esos países que quieren probar experiencias diferentes».
—¿Qué contribuye a ese posicionamiento exitoso?
—En nuestra producción, hay algunos elementos que convierten a Havana Club en un ron distintivo: La materia prima es esencial. Para llamarse ron cubano, la base tiene que ser la caña de azúcar cubana. Trabajamos con la melaza que se produce después de la obtención de azúcar y esta es de muy alta calidad. Bien rankeada.
Contamos, además, con una levadura específica que no es industrial, por lo cual la fermentación es diferente y el aguardiente que obtenemos posee una cantidad de componentes propios y característicos.
Por último, hay elementos en el proceso, como el añejamiento natural, que hacen la marca distintiva. Eso es vital. Ponemos el ron en barriles y se espera todo el tiempo necesario que haya estipulado el maestro ronero sin colocar nada artificial, sin violentar nada, incluso a temperatura y humedad ambiente.
A diferencia del método solera, nosotros utilizamos el método de añejamiento total, el líquido se coloca en el barril, y solo cuando se llega al nivel de añejamiento que se había diseñado, es que entonces se utiliza el líquido, aún cuando el porcentaje de merma en barriles sea más severo que el que se produce cuando se añeja Whisky en Escocia, donde el clima es mucho más severo, por ejemplo.
En ese caso puede ser de un 2%, en Havana Club hablamos de valores que pueden llegar a sobrepasar el 8%. Esto hace que el proceso de intercambio entre la madera y el líquido es bien activo. De ahí todas las transformaciones que este puede sufrir en su perfil de sabor, olor, color, proviene de ese añejamiento natural.
Tenemos como otra característica, el término de añejamiento continuo. Con este, los maestros roneros, en algunos productos que saben poseen potencial, como las bases de 7 años, no se embotella el 100% de la producción terminada. Una parte se vuelve a colocar en barriles y se destina a la creación de nuevas bases añejas, las cuales dentro de unos cuantos años se reutilizarán en el propio 7 años, u otra especie de la llamada línea icónica.
Son características que hacen la diferencia y le confieren a nuestras bodegas una riqueza irrepetible en materia de bases añejas, riqueza irrepetible por la trascendencia en el tiempo.
Havana Club respeta totalmente la tradición de todos estos años de ron cubano, pero al mismo tiempo estas naves de añejamiento nos permiten concebir nuevos productos, como los que presentamos en el marco de FIHAV”.
—De vuelta a los mercados, ¿en qué estado se hallan los de Asia y África? ¿Hay alguna estrategia diseñada para atraerlos?
—En el caso del mercado asiático y el africano, constituyen dos retos fuertes para la marca, porque de inicio no son tradicionalmente consumidores de ron. El asiático en general no lo conoce, en tanto el africano halla con mucha más aceptación histórica el whisky o el coñac.
En Asia coñac y Whisky son dos grandes productos dentro de la categoría de importación, porque por ejemplo en China hay un consumo muy grande de bebidas nacionales, incluso muchas de corte artesanal.
Estamos presentes en todos los mercados asiáticos. Japón es una plaza histórtica desde hace muchos años y mantiene un nivel aceptable de ventas y un crecimiento sostenido bajo una base no tan grande; China es la prioridad número uno, por su condición de mega-economía de crecimiento significativo, y se ha convertido en un mercado muy dinámico. La novedad le abre el espectro a Havana Club.
Dentro de África, Sudáfrica se erige como nuestro mercado más importante hasta este momento”.
El maestro ronero Asbel Morales develó algunos secretos de la alquimia empleada para crear el 1519 y el Cuban Smoky. Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera.
Shot relámpago de Cuban Smoky
Dirigido a un público meta potencialmente joven el Cuban Smoky sigue la tendencia mundial de muchos espirituosos a crear bebidas con un determinado finish (se trata de que antes de ir al embotellado el líquido se somete a un añejamiento final en barriles que hayan añejado con anterioridad otro espirituoso, vino u otro destilado, de forma tal que sea capaz de recoger algunas notas de esa última bebida que reposó en dichos barriles).
De ahí el enfoque hacia esos segmentos ávidos de probar productos diferentes. La primera sugerencia siempre es probarlo en su estado natural, pero igualmente se puede consumir por shots combinados con naranja, limón, algún bitter…
El maestro ronero Asbel Morales señaló que pretenden taladrar el mercado joven por la condición de atrevido del Smoky.
“Es algo distinto, pensamos en lograr algo con él, pero pueden imponerse otro criterios. Este no es un ron de base joven, pero muestra signos de juventud. No hay nada totalmente definido respecto a su consumo, pero puede ser base para el surgimiento de nuevos cócteles. Es dúctil para concebir fórmulas diferentes.
El 7 años es un producto icónico, rompió las barreras de lo que se pensaba era hasta ese entonces el proceso de añejamiento. Vio germinar el añejamiento continuo, por eso no podemos dejarlo solo en esta carrera de fondo.
Gracias a esas maneras de añejamiento y empleo de nuevos barriles, tiene todo para salir adelante el Smoky.
Cuba ha resurgido dentro del mundo de la coctelería. Sobre la base de una tradición de años, ha generado un movimiento de cantineros capaces de crear nuevas elaboraciones. Havana Club pretende brindarles algo para que sus manos y su ingenio puedan seguir descubriendo.
Al igual que ese añejo refrán: el cliente siempre tiene la razón y Havana Club siempre buscará darles lo que quieren”.
Havana Club Internacional S.A. empresa mixta que desde noviembre de 1993 se estableció por la empresa Cuba Ron S.A., encargada de la producción de este espirituoso, y el grupo francés Pernod Ricard, en calidad de distribuidor internacional. Hoy día es una de las 13 principales marcas del Grupo.
Desde que se coloca en copa, hasta su degustación, el Cuban Smoky atrapa sensorialmente a los consumidores. Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera.
Un licor de excelencia para acompañar a La Habana en este cumpleaños 500, ya sea vestido de Cuban Smoky, con el toque de exclusividad de 1519, o con el siempre elegante toque del 7 años.
Añadir nuevo comentario