Abrirán nuevo centro de detención de migrantes menores en Texas

En el marco de las políticas antimigración del Gobierno del presidente Donald Trump, un antiguo campamento de trabajadores de la industria petrolera está siendo reformado para transformarse en un nuevo centro de detención de migrantes menores de edad en Carrizo Springs, Texas (sur), Estados Unidos (EE.UU.)

Actualmente la instalación emplazada en una zona rural del estado sureño alberga a unos 225 menores, y será ampliada para retener a al menos 1.300 niños, informó el departamento de Salud y Servicios Humanos (DSSH).

Las autoridades indicaron que una vez el albergue sea reformado permitirá a la Patrulla de Fronteras desprenderse de los niños más rápidamente y evitar que sean alojados en centros de detención transitorios como el de Clint, también en funcionamiento en Texas, denunciado por organismos de derechos humanos por presentar altos niveles de hacinamiento y condiciones precarias de atención.

El DSSH dice que las nuevas instalaciones ofrecerán un ambiente cómodo a los niños con carpas de enfermería, cancha de fútbol, comedor y vehículos rodantes donde asistirán a clases, mientras esperen ser ubicados con familiares o representantes. Además, adelantan que la administración del lugar quedará a cargo de la organización sin fines de lucro Servicios Bautistas para los Menores y la Familia, al menos hasta enero de 2020.

El centro abre en medio de una nueva ola de detenciones de migrantes que son capturados en la frontera y en las recientemente relanzadas redadas contra personas indocumentadas en las ciudades.

Niños migrantes denuncian maltratos y agresiones sexuales

La mañana de este miércoles la prensa estadounidense dio a conocer relatos de menores de edad que denuncian haber sido víctimas de maltratos y tocamientos indebidos por parte de la Patrulla Fronteriza en el estado de Arizona (oeste).

El escándalo fue revelado en el canal de televisión NBC News, donde al menos tres niñas y niños de entre 15 y 17 años provenientes de países centroamericanos, dijeron haber sido objeto de excesos en los controles de rutina de los agentes migratorios.

Las denuncias que incluyen tocamiento de partes íntimas, insultos, y condiciones infrahumanas de detención, motivaron la apertura de una investigación por parte del departamento de Seguridad Nacional.