Alertan sobre aumento de niños migrantes por selva panameña
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Según las autoridades panameñas, en los primeros cuatro meses de 2019, siete mil 724 personas, de las cuales mil 151 pertenecen a este segmento poblacional, atravesaron esta densa e inhóspita floresta de 575 mil hectáreas.
Ante esta realidad, 'surge la imperante necesidad de mejorar la identificación de aquellos niños y niñas que viajan no acompañados o separados de sus padres y cuya integridad pudiera verse comprometida por redes de tráfico y trata de personas', expresó el organismo internacional en un comunicado.
A juicio de Unicef, la travesía por el Darién esconde 'grandes riesgos', al punto de que existe constancia de menores muertos como consecuencia de las crecidas de ríos o que perdieron a sus padres en el trayecto.
'Por la carencia de agua y de servicios de saneamiento e higiene adecuados, los niños y niñas pequeños se encuentran particularmente vulnerables a las enfermedades diarreicas y a la deshidratación que pone en serio riesgo su derecho a la supervivencia y desarrollo', agregó la fuente.
Los migrantes localizados por las autoridades panameñas son trasladados a albergues temporales, donde reciben asistencia humanitaria básica.
Entre las enfermedades más comunes, luego de transitar la inhóspita selva, sobresalen diarrea, vómitos, inflamación de la piel, hongo en los pies y deshidratación, por lo que reciben atención médica que también incluye la aplicación de vacunas contra tétano, sarampión y rubéola.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront), el mayor flujo tiene lugar en la temporada seca que se extiende entre diciembre y abril, pero al ritmo que va el movimiento migratorio, la cifra podría superar los nueve mil 678 registrados en 2018.
Relatos de algunos africanos y asiáticos revelan que llegan en barco o por aire a Brasil, para luego cruzar el Amazonas hacia Perú y girar rumbo al norte a través de Ecuador y Colombia, donde contratan a coyotes para que los guíen por la jungla del Darién, los cuales en la mayoría de los casos abandonan a sus 'clientes' durante la travesía.
Autoridades de Senafront aseguraron que esta reciente ola de migrantes resulta la más grande después de la crisis migratoria que enfrentaron en 2015 y 2016, cuando cerca de 60 mil personas provocaron un cierre temporal de las fronteras de la nación istmeña, Costa Rica y Nicaragua.
El llamado Tapón del Darién, usado históricamente por el crimen organizado para el tráfico de drogas, armas y migrantes, es el único punto del continente donde se interrumpe la carretera Panamericana que va desde Alaska hasta el Cabo de Hornos, en el extremo meridional de Argentina.
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