El Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE) es el lugar donde amantes del trabajo del Pintor de Iberoamérica, estudiosos del arte o simplemente curiosos, pueden disfrutar del talento de una de las figuras de la cultura ecuatoriana más reconocida a nivel nacional e internacional.

Un total de 308 piezas componen la exhibición, compuesta principalmente por serigrafías, litografías, xilografías, grabados, aguafuertes y técnicas mixtas, de edición limitada y formadas originalmente por su creador.

Inaugurada a sala llena, por la presidenta de la FUndación Guayasamín, Verenice Guayasamín, hija del pintor, y por la directora del Centro CUltural, Erika Vargas, la exposición invita al visitante a disfrutar de parte importante de la trayectoria plástica nunca antes presentada de manera completa, como ocurre en esta ocasión.

Hasta el venidero 30 de mayo estará disponible el encuentro cercano con el pintor y el resumen cuidadosamente dispuesto, de rostros, paisajes, flores y torsos, que entre otros, pierden al observador en un recorrido laberíntico que puede durar horas.

'Esta muestra es en realidad el preámbulo a la serie de eventos que vamos a hacer a través de todo este año y después del 6 de julio, que es la fecha en la que mi padre cumple 100 años', afirmó a Prensa Latina Verenice.

Abarcan todo el espectro de trabajo gráfico hecho por el pintor, en una trayectoria que cubre quizás un período desde hace 50 años, con sus primeras litografías, hasta las más grandes y recientes, realizadas en España.

El solo hecho de ver la reacción del público, admirado por la muestra, personas detenidas por minutos intentando dar lectura adecuada a una pintura o grupos intercambiando impresiones, describen como el artista logró llegar a la gente con un lenguaje atípico quizás, pero capaz de mostrar desde la ternura hasta la ira.

Con una selección escogida para recordar y para sentir, 'Guayasamín: Expresiones en gráfica', adentra a las personas en un mundo donde el arte fue el arma escogida para denunciar la injusticia, el dolor y la inequidad social, así como los sentimientos más puros que puede experimentar el ser humano.