El encuentro de Miguel Díaz-Canel, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, con congresistas norteamericanos, muestra la posibilidad de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, sobre todo en el levantamiento del bloqueo a la nación antillana, a pesar del retroceso en las relaciones impuesto por las medidas de la administración de Donald Trump.

Desde varios sectores políticos estadounidenses se han propuesto iniciativas legales que apuntan a promover el avance de las relaciones bilaterales las potencialidades de la cooperación entre ambos países sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo.

Grupos como Engage Cuba y CubaNow han logrado introducir el debate sobre el bloqueo en sectores de la sociedad estadounidense como el agrícola, el cultural y el de negocios e, incluso, trabajaron para conseguir apoyo en las ramas ejecutiva y legislativa del gobierno, tanto a nivel federal como estadual.

Como resultado de esas gestiones, en junio del pasado año el congresista Bobby Rush (Demócrata) introdujo en la Cámara de Representantes el proyecto de ley H.R.2966 para levantar el bloqueo contra la mayor de las Antillas y otros propósitos.

Meses después, en diciembre, en ese ente legislativo, el representante republicano Rick Crawford recalcó la importancia de que el Congreso estadounidense apruebe su proyecto Ley de Exportaciones Agrícolas a Cuba, enfocado a promover el financiamiento privado de las ventas a la Isla.

El tema del levantamiento del bloqueo también ha encontrado apoyo en el Senado norteamericano (Cámara Alta), donde el demócrata Ron Wyden presentó el proyecto de ley para el comercio entre ambas naciones de 2017 (S.1699) con el objetivo de derogar las sanciones contra Cuba y establecer relaciones comerciales normales.

Como una muestra más del interés de los legisladores norteamericanos por continuar avanzando en la normalización, en junio del pasado año 14 senadores enviaron una carta abierta al entonces Secretario de Estado, Rex Tillerson, en la que abogaron por el mantenimiento y la expansión de los vínculos económicos y políticos con Cuba, incluyendo la eliminación de esta política.

De igual forma, durante visitas realizadas a La Habana, varias delegaciones de congresistas norteamericanos han manifestado sus preocupaciones sobre el retroceso del gobierno de Trump hacia las políticas de la Guerra Fría.

En uno de esos encuentros efectuado en febrero de este año, un grupo de legisladores entre los que se encontraba el senador Ron Wyden, mencionó el apoyo bipartidista con que cuenta el levantamiento del bloqueo en el Congreso de los EE.UU.

Miguel Díaz-Canel, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, ha recibido en La Habana a varias personalidades del ente legislativo norteamericano, entre ellas al senador republicano Jeff Flake, en junio último, y más recientemente -el 20 de septiembre- al congresista republicano por Tennessee, Robert Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

La posición del Congreso norteamericano responde al interés, cada vez más creciente, de empresas y asociaciones comerciales que encuentran en Cuba una oportunidad para ampliar los vínculos económicos. De igual forma el rechazo del pueblo norteamericano a esta política es cada vez mayor.

A pesar de estos aires a favor del levantamiento del bloqueo, considerado el principal obstáculo para la normalización de relaciones entre La Habana y Washington, la agenda de la administración de Trump ha estado dirigida a poner en práctica medidas para reforzarlo y recrudecerlo.

No obstante el gobierno cubano mantiene su disposición al diálogo, pero, como expresó Díaz- Canel en una reciente entrevista al canal Telesur, con respeto a la soberanía y sin condicionamientos ni desde una posición prepotente.