Willem Dafoe se pone en la piel de Van Gogh
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“At Eternity’s Gate”, uno de los 21 filmes que compiten por el Leon de Oro en Venecia, comienza en la década de 1880 con un Van Gogh pobre viviendo en París, donde sus pinturas en el mejor de los casos son ignoradas, o en el otro extremo el artista es ridiculizado por incompetente.
La película lo sigue al sur de Francia, entrando y saliendo de asilos mentales, y culmina con su muerte un par de años después a sus 37, con una bala en el estómago que, en esta película, no es el suicidio con el que los historiadores especulan como causa de su muerte.
La película fue dirigida por Julian Schnabel, realizador de “The Diving Bell and the Butterfly” y él mismo un pintor que recreó algunas de las pinturas de Van Gogh para el filme y ayudó a Dafoe a aprender cómo manejar un pincel.
“Hay mucha pintura en la película. Tenía que saber cómo pintar”, dijo Dafoe a Reuters. “Julian es un gran artista y es un gran maestro, y tenerlo ahí enseñándome como ver de una manera nueva fue emocionante”, agregó.
Dafoe interpreta a Van Gogh como un hombre profundamente solitario que obtiene consuelo en la Naturaleza y en su trabajo. “Pinto para dejar de pensar”, dice en un momento de la película.
A pesar de que sufre desmayos y ataques de ira, su Van Gogh no se ve como una persona loca, pero sí como alguien que sufre un tormento mental.
“Él vio el valor (de sufrir)”, dijo Dafoe. “Pensaba que la enfermedad nos puede curar. Él lo apreció, pero eso es muy diferente a la idea generalizada de la gente, que lo piensa simplemente como que era un ‘genio loco’”, agregó el actor.
Venerado ahora como uno de los más grandes pintores de la historia, Van Gogh murió antes de que sus valores artísticos fueran reconocidos. “Quizás Dios me dio el don de pintar para gente que todavía no está aquí”, dice en otra parte del filme.
En otro momento, en diálogo con un sacerdote en un hospital psiquiátrico, dice: “Jesús también fue completamente desconocido durante su vida (...) Jesús no fue descubierto hasta 30 o 40 años después de que murió”.
Cuando se le preguntó si Van Gogh se veía a si mismo como una figura parecida a Jesucristo, Dafoe, que tuvo a su cargo el papel principal en el filme de Martin Scorcese “The Last Temptation of Christ”, respondió:
“En sus cartas él escribió demasiado sobre Cristo como para no haberse identificado en algo (...) Tenía una manera de mirar que era muy personal, muy limpia, muy conectada con cosas eternas, y quería compartirlas”.
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