DIARIO DEL FESTIVAL: Petra está de vuelta…

Esta es, otra vez, la capital de la escena. El XVIII Festival de Teatro de La Habana arrancó para satisfacción del público de la ciudad, que, se sabe, suele ser un público entusiasta. El que lo dude, que asista a las funciones: lleno total en la mayoría de las salas. Y en más de un lugar hubo quien tuvo que ver la obra sentado en el piso.

Fue el caso del Trianón, que es ahora mismo el reino de un gran personaje. Carlos Díaz ha repuesto una de sus más exitosas puestas, a partir de un texto del alemán Rayner Werner Fassbinder: Las amargas lágrimas de Petra von Kant.

Teatro El Público estrenó el montaje a finales de 2008 y ahora lo trae de vuelta con algunos de sus primeros protagonistas, especialmente el inmenso Fernando Hechavarría —Petra es una de sus más grandes creaciones— y Yanier Palmero, que no necesita abrir la boca para encantar al respetable. La buena noticia es que el elenco se diversifica y excelentes actores de este país (“actúan algunos que están en la novela” —le dice una chiquilla a la otra en la puerta del teatro) alternan en los roles de esta singular historia de pasiones y desamores.

Habrá tiempo para verla, estará hasta el último día del Festival, pero no se confíe: algunos van a ir más de una vez.

VICENTE

En la sala Villena de la Uneac, que es la sede de las sesiones teóricas del Festival, se expone una muestra dedicada a uno de los grandes del teatro cubano: Vicente Revuelta. El espíritu inconforme y contestatario de este actor, director y maestro se regodea con esta edición de la cita, que le ha sido consagrada.

No en vano el primer espectáculo de la cartelera fue uno que le rinde tributo sin mencionar su nombre. Misterios y pequeñas piezas evoca la fascinación y la inquietud que provocaron en su autor y director, Carlos Celdrán, sus primeros encuentros con Revuelta.

Un texto intenso, muy emotivo, encuentra espacio justo en la puesta, minimalista y lírica, como suelen ser en Argos Teatro. Aquí se juega al teatro dentro del teatro, traspasando ámbitos con la celeridad de los sueños y la evocación.

Caleb Casas, en el rol protagonista, entrega una de las mejores caracterizaciones de su carrera sobre las tablas. Sería interesante haber visto a Vicente frente a este espejo.

Foto: BUBY