LA FOTO: Color

Vivir debería ser una fiesta. Debería. Pero ya que no lo es siempre, ni para todo el mundo, lo mejor sería enfrentar los palos a golpe de color. Tonalidades vivas, incitantes, enfáticas: suficiente gris hay en la existencia.

Esta mujer, que parece el centro de una flor, participará en un festival en la India, dedicado a la diosa Durga. Está visto que la deidad propicia ritos exuberantes: aquí no se escatiman adornos.

La India, se ha dicho muchas veces, es país de contrastes. Pero cuando muestra una de sus mejores caras —la de la cultura tradicional—, nos deja siempre admirados.

Estos abalorios no son, como alguien podría pensar, pura frivolidad: son expresión de una filosofía a primera vista elemental, pero que ha sostenido, en buena medida, a la humanidad: mejor sonreír que llorar.

Millones de personas exorcizan sus demonios en las fiestas. Millones insisten en buscar la felicidad, aunque les resulte esquiva. Hay momentos que valen siglos.