RUTA OLÍMPICA: Sin coraje ni en el parchís...

RUTA OLÍMPICA: Sin coraje ni en el parchís...
Fecha de publicación: 
28 Agosto 2019
0
Imagen principal: 

Luis Felipe, Pincho, Gutiérrez, el manager de Kid Chocolate, periodista destacado también, sabía que ni en el parchís se gana sin coraje. Jabalinista -de ahí su sobrenombre-, remero- coincidió con Mella varias veces en el mismo bote-, era un raro personaje en el cruel mundillo de las narices achatadas. Hombre de pensamiento y de obrar muy cerca de la izquierda, sufrió persecución y cárcel por esa actitud.

Murió el 14 de enero de 1957, a los 57 años de edad, al poco tiempo de salir de la prisión. En su máquina de escribir dejó a medias un comentario que iba a leer en su escuchado espacio radial Verdades Deportivas, crítica dura sobre las vilezas del deporte en Cuba; sus líneas iban hábilmente en contra de la tiranía batistiana. De uno de sus trabajos donde destaca la importancia de la valentía cito algunos párrafos:

“Young Stribling, el mejor boxeador de la división completa. Un verdadero exponente de la ciencia pugilística. Sabe pelear. Comenzó muy bien. La pelea estaba de su lado en los primeros rounds. Pero el teutón persiste en su ataque, y el americano perdió el almidón. Este es el complex de Stribling. Se desanima muy pronto. Si está ganando la pelea, se convierte en titán, pero si comprende que los mejores golpes no han hecho mella en el contrario, se torna indeciso, se alarma y finalmente recurre a sus tácticas de agarrar y amarrar al contrincante...

“Un halo de tristeza pasó por mi mente al ver el cuerpo de Stribling rodar por el suelo. Stribling, joven, jovial, con viva simpatía emanando de todos sus poros, yacía en el suelo víctima de un hombre (Schmelling) que lo aventajaba en instinto y valor. Porque Young Stribling, un boxeador inmaculado, carece del requisito primordial para el boxeo, fibra de peleador”.

El deporte no es solo consagración y amor por él, ciencia y técnica aplicadas, disciplina, porque, sin valor ni en el dominó, el parchís y el juego de damas... En muchas ocasiones la acción corajuda estuvo presente en Lima 2019 y más allá de nuestras filas. No obstante, voy a referirme a una representante de la Mayor de las Antillas: Yaimé Pérez quien en el instante de la verdad, derrotó los sueños de la brasileña Oliveira (65.98 metros), al enviar el implemento a 66.58 y decir adiós a la marca del certamen, en poder de su compatriota Yarelis Barrios desde Guadalajara 2011 con 66.40.

La Rusa, como le dicen cariñosamente, no estaba en su óptimo momento pero, contra la pared, en su último tiro se impuso. Su victoria recordó la de su coterráneo Iván Pedroso en Sydney 2000 cuando, frente al australiano Jai Taurima, tuvo que estirase hasta los 8.55 metros en la última oportunidad para enviarlo al peldaño plateado.

Las cubanas son las máximas ganadoras de medallas de oro en el disco de la gran cita americana. Carmen Romero (1971,75 y 79) Maritza Martén (1983, 87 y 95), Bárbara Hechavarría (1991), Yarelis Barrios (2007 y 2011), y Denia Caballero (2015). En los XVIII Juegos agregaron la dorada número once. Recuerden que la Martén fue la titular olímpica en Barcelona 1992 con 70.06.

No voy a soslayar a Denia Caballero, nuestra otra representante en la prueba. Yaimé y ella han estado desde hace bastante tiempo entre las mejores de la especialidad en el planeta, y en el presente año son las más destacadas a pesar de la presencia de la croata Sandra Perkovic, fuera de serie que ha sufrido una baja. En la capital de Perú, a Denia la mordió una mala jornada: finalizó cuarta aunque se le esperaba más. Le puso todo a sus lanzamientos como siempre, mas sus aspiraciones no consiguieron realizarse.

Hay que pensar como país como nos orienta Díaz-Canel. Lo trascendental es que, ante todo, las dos compitieron con dignidad y no se nos escapó el galardón dorado. En la proeza de Yaimé vibra Cuba, la propia Denia, los entrenadores respectivos de ambas, el movimiento deportivo en pleno. Y hay que cortar el paso a cualquier opinión injusta en cuanto al revés de la Caballero, surgida del fanatismo y el campeonismo.

Fidel expresó y predicó con el ejemplo: "El pueblo admira a los atletas y no les pierde el aprecio porque sufran un revés”(24-8-1976). “A nuestros atletas no solo hay que aplaudirlos cuando vienen con medallas de oro; hay que recibirlos con afecto de hermano, hay que recibirlos como cuando obtienen una victoria” (28-9-2000).

Denia, creemos en ti. Ahora, hemos llorado contigo como te aplaudimos durante las muchas alegrías que nos regalaste. Adelante, muchacha, en la Liga del Diamante, en el cercano Mundial y en la magna cita de Tokio 2020, podrás demostrar tu calidad.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.