Miguel Barnet: «Hay que seguir aprendiendo de Fernando Ortiz»

Miguel Barnet —narrador, poeta y etnólogo— le ha agradecido muchas veces al gran intelectual cubano Fernando Ortiz (1881-1969) tantas muestras de consideración y aprecio; pero sobre todo, las muchas enseñanzas que le prodigó.

«Imagina el privilegio que significó para mí, entonces un joven con muchos deseos de aprender, ser amigo y discípulo de uno de los más grandes hombres de la cultura cubana, nuestro antropólogo mayor, un intelectual íntegro, de primera línea…

«Miro hacia atrás y puedo decir que fui un hombre afortunado.

«Nuestras conversaciones en su casa me marcaron para toda la vida. Él me abrió un mundo de posibilidades, creo que le he sido fiel y que he estado a la altura de un legado que ahora está más vigente que nunca, ahora es más necesario que nunca…»

El Presidente de Honor de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) está al frente de la Fundación Fernando Ortiz, que promueve y atesora buena parte de los aportes de este imprescindible de las ciencias sociales cubanas.

Recientemente, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural declaró esa obra como Patrimonio Cultural de la Nación Cubana.

«Fue un acto de justicia y una apuesta por el futuro —asegura Barnet—; ojalá que las más nuevas generaciones beban de esa fuente inagotable de sabiduría.

«El día de esa declaración fue uno de los más felices de mi vida. Y fue un día glorioso para la cultura cubana. Al reconocer de esa manera la obra inmensa de Fernando Ortiz estamos diciendo que sí a la identidad de la nación. Y estamos reafirmando la política cultural de este país.

«Fernando Ortiz nos enseñó a ver con una óptica muy profunda el espectro amplísimo de la cultura cubana. Hubo muchos aspectos de ese entramado cultural que no estaban del todo reconocidos, y él los revalorizó.

«Él hizo énfasis en los aportes de África a nuestra cultura. Ese legado era subestimado por muchos. Fernando Ortiz demostró su extraordinaria importancia. Lo dijo muchas veces: Cuba, sin el negro, no sería lo que es, lo que somos.

«En el Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, que es un libro magistral, Fernando se ubicó en una posición muy contestataria frente al poderío del imperio estadounidense, que controlaba la industria azucarera y nos convirtió en una colonia dependiente.

«La obra de Don Fernando Ortiz es grande no solo por sus aportes en el campo de la sociología, sino por su marcado antiimperialismo.

«Esos textos, esenciales para comprender el ajiaco que somos, están salvados. Hay que regresar a ellos siempre, porque siguen ofreciendo mucha luz».

Miguel Barnet. Foto: Mireya Castañeda.