Pastores por la Paz ratifican voluntad de solidaridad con Cuba

La directora ejecutiva de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria IFCO-Pastores por la Paz, Gail Walker, ratificó hoy en La Habana la voluntad de la organización de continuar las labores de solidaridad con Cuba.

En rueda de prensa en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos durante el último día de visita de la 30 caravana de Pastores por la Paz, Walker destacó la necesidad de continuar los viajes hacia la mayor de las Antillas hasta que Estados Unidos elimine el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la nación caribeña desde hace casi 60 años.

En este sentido, reafirmó en nombre de los caravanistas la oposición a las restricciones de viajes que impiden a los estadounidenses visitar libremente la nación caribeña, y declaró que este viaje es una muestra de valentía y creciente solidaridad con la isla.

Asimismo, se refirió a la activación del Título III de las Ley Helms-Burton, y la calificó de ridícula e injusta al tiempo que afirmó que los ataques de la administración del presidente Donald Trump contra Cuba son una pérdida de tiempo.

La líder de la organización religiosa hizo una panorámica de las actividades desarrolladas durante esta visita a la nación antillana que incluyó recorridos por lugares de interés histórico y social.

Por su parte, el mexicano Daniel López, quien participa en esta caravana, se refirió a la necesidad de llegar hasta las escuelas, barrios y centros laborales y denunciar las acciones hostiles del Gobierno de Washington contra La Habana.

Antes de realizar el viaje a Cuba la 30 Caravana de Pastores por la Paz recorrió unas 40 ciudades estadounidenses donde dialogaron sobre la realidad cubana.

Los viajes a la isla de la caravana Pastores por la Paz se realizan desde 1992 y guardan con celo el legado de la amistad entre los líderes de la Revolución cubana, Fidel Castro, y de la organización religiosa norteamericana, el reverendo Lucius Walker.

La brigada está integrada este año por unos 37 miembros, en su mayoría activistas sociales, líderes comunitarios, estudiantes universitarios, maestros y profesores, quienes manifestaron la disposición de continuar organizando las caravanas de amor y amistad.