Mundial de naciones emergentes: Cuba blande el látigo caribeño

Un rendimiento impecable de los comandados por Luis Enrique Delisle, cuya media de estatura es de 1.928 metros, y el peso corporal de 87.2 kg, además de 22.15 años de edad.

Hablamos de que un triunfo este miércoles ante Azerbaiyán, o el jueves versus la India, les garantizaría el avance a semifinales a los nuestros, que de antemano no salían como favoritos para comandar las acciones en la llave A.

Ni azeríes, ni indios parecen ese escollo infranqueable, sobre todo por el hecho de que acumulan respectivamente 1-2, y 0-3, ocupando el cuarto y sexto escaño del apartado. Pero ojo, los azerbaiyanos son los que más poder de fuego exhiben, con 110 tantos anotados, por lo que la línea defensiva antillana deberá arreciar su trabajo.

 Afortunadamente los nuestros los superan en el componente físico (ellos promedian 1.845 en talla, y 79.5 kg), así como también en la rapidez al ataque, tomando en cuenta que los contragolpes pueden convertirse en un arma letal para los de la Mayor de las Antillas.

El margen respecto a los indios es aún mayor, por lo que la balanza se inclina a favor de las huestes de Delisle de cara a esos compromisos. Máxime cuando contamos con una ofensiva repartida liderada por el Capo Cagnioneri como el Omar Toledano (24 goles), quien marcha cuarto entre los máximos anotadores del torneo, únicamente superado por el británico Sebastian Edgar (29), el colombiano Sebastián Restrepo (26), y el azerí Sabir Nazaraliyev (26).

Otro portento en el accionar del conjunto es el guardameta Magnol Suárez, imponente con más de un 40 % de atajadas (casi 50), tras casi un centenar de disparos a su arco.

Tal performance le ha merecido erigirse en par de ocasiones el mejor jugador del partido por nuestra armada. Sobre su rendimiento y responsabilidad expresó al colega Aliet Arzola: “En el balonmano, el asedio es constante, por lo que hay que mantener el enfoque todo el tiempo, no te puedes relajar.

Hasta ahora he respondido bien y la defensa también me ha ayudado, aunque es cierto que hemos tenido problemas frente a jugadores bajos, rápidos y explosivos. Entiendo que por nuestra estatura nos cuesta marcarlos”…

De cualquier manera, la armada tricolor deberá seguir elevando su nivel de cara al posible compromiso de la semifinal cruzada. El panorama arroja que los anfitriones georgianos (103-44 en balance de goles a favor y en contra), Bulgaria (103-67), o Estados Unidos (116-80), elenco este último al que ya nos impusimos en el torneo NORCA, pudieran convertirse en nuestros oponentes.

Hablamos de ganar en el cerco defensivo frente a selecciones con ataque de alto calibre; aprovechar más la explosividad, estatura y velocidad de los jugadores antillanos en contragolpes o situaciones de superioridad numérica; y que Magnol mantenga su estado de gracia bajo los tres palos.

Este certamen del orbe de naciones emergentes constituye un excelente medidor para nuestra escuadra, previo a los Juegos Panamericanos de Lima. Allí, además de volverse a ver las caras con los estadounidenses, los nuestros rivalizarán con Chile y Argentina, elencos de reconocido aval. A los chilenos acabamos de verlos en las transmisiones de los partidos del Campeonato Mundial masculino; mientras los argentinos acumulan varias presencias en ediciones de esas citas.

De cara a ese difícil compromiso la nómina antillana deberá incorporar a otros jugadores con kilometraje en Ligas europeas. Además de Guillermo Corzo, puntal en la actuación que nos mereció la corona en los Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, al igual que Pavel Caballero y Pedro Veitía, deben de incorporarse otros refuerzos como los laterales Yosdany Ríos y Ángel Rivero; y el central Noelvis Robles.

Como base permanecerían Magnol Suárez, Reinier Taboada, Dariel García, Claudio Ramos, Eduardo Valiente, Omar Toledano, Adonys Jesús García, Fredy Lafortán, Hanser Rodríguez y Frank Enrique Cordiés.

Prisma de balonmano, entre goles y velocidad pura. Hacia el fin de semana se conocerá de qué madera están hechos los nuestros y si su pedestre camino de regreso a la élite, puede ser desandado.