Solo la música: una holandesa con las raíces en Cuba

Solo el arte tiende estos puentes de doble vía: ella nos trajo su música a nuestros ritmos; Cuba le ha dado un premio. Uno de los lauros internacionales de la recién finalizada edición del Cubadisco fue para Maite Hontele, una holandesa que siente sus raíces en esta isla.

―¿Por qué afirma que sus raíces son cubanas?

―Yo nací en Holanda, con padres holandeses, pero cuando nací, ya mi papá tenía una colección extensa de LP, de acetatos, con música cubana. Yo crecí con el Conjunto Chapotín, escuchando a Arsenio Rodríguez, al Trío Matamoros, changüí tradicional, o sea, realmente crecí con los sonidos cubanos; incluso, yo soy trompetista, pero mis trompetistas favoritos son cubanos y es mi escuela, por eso son mis raíces, porque de ahí aprendí todo.

«Viví diez años en Colombia, ya estoy viviendo en Holanda hace seis meses más o menos y el último disco que grabé, que se llama Cuba linda, lo grabé realmente como un homenaje a Cuba, porque en Cuba me sembraron esas semillas, esas ganas de tocar la trompeta, de defender la música cubana».

―¿Participan músicos cubanos en el disco?

—Ese disco tiene una variedad de estilos: Osaín del Monte se encarga del tema principal, Cuba linda, muy tradicional; la Orquesta Aragón toca un tema bellísimo, compuesto por Juancho Valencia, mi productor colombiano, que se llama Casi muero. Está Alain Pérez, está Robertón, está Gilberto Santa Rosa, William Borrego... hay una cantidad de artistas impresionante.

―¿Qué tal la experiencia de grabar con la Egrem?

―Estoy muy agradecida con la Egrem por darme esa posibilidad de grabar aquí en Cuba, en los estudios de Miramar, de la mejor calidad, o sea, con los mejores artistas de acá, muy feliz.

―¿Qué significa para usted el premio que ha recibido? ¿Es la primera vez que asiste al Cubadisco?

―Yo estuve antes, incluso toqué en la gala Cubadisco de 2013, en homenaje a Benny Moré; toqué Mata siguaraya con Issac Delgado, esa fue una experiencia inolvidable. Los premios Cubadisco obviamente para mí son muy importantes, y este premio internacional es un reconocimiento súper importante, no solamente para mí personalmente, sino también para mi disquera en Colombia, que se llama Merlin Producciones, y para Holanda. Creo que nunca antes había ganado una holandesa un premio Cubadisco, y poderme llevar ese premio a Holanda significa también mucho para la cultura cubana en Europa.