Reina entusiasmo en Cuba por el Día Internacional de los Trabajadores

En un recorrido realizado por Prensa Latina en horas de la madrugada en La Habana -la capital de todos los cubanos- ya era visible el ir y venir de camiones y ómnibus trasladando a las personas hacia los puntos de concentración.

El silencio de la madrugada se quebraba con un bullicio mezclado con infinita alegría que derrochaban aquellos que apenas pegaron los ojos para ser los primeros en los que ya se considera un desfile histórico.

Militares -considerados aquí el pueblo uniformado- vestían con orgullo los uniformes de cada cuerpo armado que representaban. Oficiales y cadetes disfrutaban sin jerarquía de por medio de la gran fiesta de mayo.

Banderas cubanas de todos los tamaños, pancartas alegóricas a la fecha y las más insospechables iniciativas nacidas de la sabida creatividad de los habitantes de esta isla caribeña daban un matiz especial a la ocasión.

Eran visibles las fotografías de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana y de mártires que hicieron posible una marcha con independencia y soberanía.

No faltó la bandera de Venezuela, nación suramericana que al igual que Cuba es blanco de una desmedida hostilidad por parte del gobierno de Estados Unidos simplemente porque sus pueblos tomaron las riendas de sus propios destinos.

Era notoria la presencia de niños sin cara de sueño de manos de sus padres, demostrando así como también se forja el concepto de continuidad.

En el área donde se ubicó la juventud que tendrá a su cargo el cierre de la marcha, estaba el estudiantado con esa energía sin par que lo caracteriza, pero consciente -a despecho de sus diferentes estilos de peinados y con parlantes portátiles escuchando la música de su tiempo-que ellos son parte de la historia, que se cuenta con ellos y que desde este desfile también hacen Revolución.