Argelia: ¿Otra Libia?

Argelia: ¿Otra Libia?
Fecha de publicación: 
10 Marzo 2019
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Se dice que mientras el petróleo de Argelia fluya hacia Estados Unidos y la ex potencia colonial de Francia todo marcharía sobre rieles en el país africano, caracterizado por ser uno de los más estables del continente, siempre bajo la tutela del presidente Abdelaziz Bouteflika, electo cuatro veces y que ahora aspira a un quinto mandato, esto último utilizado para desencadenar masivas manifestaciones en numerosas partes de la nación, encabezadas por jóvenes estudiantes.

La continuidad de las acciones y el cada vez mayor índice de violencia desatado por los manifestantes han hecho pensar seriamente en un plan de desestabilización, con el fin de llevar al país a una situación semejante a la vivida en Libia, que, como todos conocemos, devino en una abierta injerencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, con Estados Unidos y Francia a la cabeza.

Sus aviones y barcos de guerra se dieron gusto bombardeando las infraestructuras y regiones pobladas del país, excepto los pozos petroleros, con el colofón del buscado y encontrado asesinato del líder libio, Muammar el Gadafi, celebrado y aplaudido estruendosamente por la entonces secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton

Cierto que el Presidente argelino tiene en estos momentos una grave situación, debido a un infarto cerebral y la virtual ausencia en muchas actividades, pretexto para protestar por el intento de reelegirse, pero no es menos cierto que todas las opciones están abiertas para otras fuerzas políticas, que hasta el momento nunca han protestado acerca de la limpieza o no de los comicios.

La mayor fuerza política del país, el histórico Frente de Liberación Nacional, que encabezó la lucha de liberación contra los colonialistas franceses, podía tener o no otro candidato, pero se señala que todo obedece a la buena marcha de la nación, debido a un líder que hasta la oposición respeta.

Bouteflika desempeñó un papel importante en la consolidación de las organizaciones del Tercer Mundo y el fortalecimiento de su unidad de acción, en particular del Movimiento de Países No Alineados y del grupo de los 77.

Cuando Bouteflika, quien llegó al poder en 1999, confirmó su participación en las elecciones del 18 de abril próximo, planteó realizar una conferencia nacional incluyente para el desarrollo de una plataforma política, económica y social, con el propósito de enriquecer la Constitución.

Su programa electoral se basará en la reconciliación nacional y el retorno de la voz de la diplomacia argelina al concierto de las naciones, siempre respetando la trayectoria anticolonialista proyectada en la política exterior de su país.

Para cualquier comentarista es difícil valorar una situación en la que la oposición ha aprovechado el pretexto de la avanzada edad del mandatario, 81 años, y problemas de salud, pero que no presenta un programa que no sólo mejore la situación del país, sino que indica la entrega de los principales recursos naturales a potencias extranjeras.

Es posible que la situación de la juventud argelina no haya tenido una buena atención, conociendo que un gran porciento de la población tiene menos de 30 años, no ha tenido un contacto real con el mandatario y el gobernante FNL no ha sabido señalar abiertamente a quienes pueden colaborar estrechamente con Bouteflika.

De todas maneras, las elecciones argelinas se han caracterizado, repito, por su claridad, por lo cual están abiertas las opciones a quienes de la oposición pretendan sustituir a Bouteflika.

En este contexto, se han observado protestas, cada vez más violentas, lo que puede llamar la atención sobre elementos internos apoyados desde el exterior para provocar el caos en la nación árabe.

Por lo pronto, el ejército ha emitido fuertes advertencias contra aquellos que buscan desestabilizar el país.

Así, el general Ahmed Gaïd Salah, Jefe de Estado Mayor del Ejército, dejó su reserva para advertir a quienes buscan devolver a Argelia a los años de la guerra civil, y pretenden desestabilizar la situación en Argel, la capital, Orán, Constantino, Annaba, Bejaia, Tizi-Ouzou, Bouira, Blida, Setif y Tlemcen.

Suficiente para que el Jefe de Estado Mayor del Ejército hiciera una llamada a los argelinos "para que se conviertan en una defensa contra cualquier cosa que pueda exponer a Argelia a amenazas impredecibles", afirmando que detrás de las protestas hay gente ansiosa de llevar a Argelia a la inseguridad e inestabilidad.

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