Rusia contra injerencia de OEA en referendo constitucional cubano

Consideramos que la celebración de un referéndum en Cuba y la adopción de la carta magna son un derecho soberano inalienable de ese país y su pueblo, declaró la vocera de la Cancillería, María Zajarova.

El uso de cualquier presión sobre el gobierno cubano y sus ciudadanos es absolutamente inaceptable, advirtió.

Rusia espera que en la región de América Latina y el Caribe se evalúe adecuadamente el peligro de un precedente de injerencia.

Zajarova se refirió así a la celebración el pasado día 12 en la sede de la OEA de una conferencia de expertos sobre el nuevo proyecto de Constitución de Cuba, donde se realizará un referéndum nacional el próximo domingo.

Tal evento, a primera vista, no merecería ningún comentario, pues hablamos de una reunión más y casi rutinaria de expertos con mentalidad anticubana, realizada en la sede de la organización, que en 1962 retiró al gobierno cubano de sus actividades, acotó.

En 2009, esta decisión de la OEA se invirtió, pero La Habana 'no está ansiosa por volver 'al redil' de la OEA, comentó.

Sin embargo, en la conferencia, el secretario general de la OEA se refirió a una 'dictadura' en Cuba y 'al carácter no democrático del proceso constitucional', apuntó.

Además, esta discusión tuvo lugar en paralelo con el dramático desarrollo de los eventos en Venezuela, agregó Zajarova.

Se añade a esto que el presidente estadounidense, Donald Trump, expresó en Miami, el lunes último, su deseo de cambiar el sistema político en Cuba, destacó.

Vemos que en el hemisferio occidental se impulsa un modelo de 'revoluciones de color', contrario a normas del derecho internacional, consagradas en la Carta de la ONU como el respeto a la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos, constató.

En este caso particular, aparentemente irrazonable, para complacer actitudes ideologizadas de Washington, la OEA asume el papel de evaluadora de actividades legales y legislativas que son competencia política interna del Estado cubano, enfatizó.

Con ello, intentan desacreditar a los ojos de la comunidad mundial a los propios cubanos, quienes estuvieron directamente involucrados en la redacción de la nueva Constitución, apuntó.

La discusión del referendo en Cuba contó con la participación de más de ocho millones 940 mil ciudadanos que hicieron más de un millón de intervenciones, mientras en el proyecto de Constitución se modificó el 60 por ciento de sus 229 artículos.