Único remedio para Siria: El control de las fronteras

Único remedio para Siria: El control de las fronteras
Fecha de publicación: 
13 Enero 2019
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Una vez más, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de desdecirse y burlarse de la opinión pública mundial, al anunciar una retirada de  los más de 2 000 soldados que tiene ilegalmente en territorio de Siria, debido a que, alegó, habían cumplido su función acerca de “derrotar al Estado Islámico”, para sólo sacar algunos equipos pesados, enviar más efectivos y propiciar que miles de terroristas controlen virtualmente la provincia noroccidental de Idlib.

Esto no es todo, porque acaba de subrayar la idea de un Kurdistán con territorios de Siria, Iraq y Turquía, para mantener a miles de kurdos entrenados y armados que le sirvan de recambio en relación a Ankara.

Y todo este nefasto menjurje lo ha preparado –más bien mantenido- gracias a los consejos de los halcones de su gabinete, al tiempo que su principal aliado, Israel, sigue atacando la frontera con el país árabe y lanza misiles contra el Aeropuerto Internacional de Damasco, haciendo explotar algún que otro almacén, con el daño humano correspondiente.

Ello sucede cuando el Ejército sirio, con la colaboración rusa, iraní y libanesa, ha liberado virtualmente casi todo el país, decenas de miles de refugiados regresan a la patria y a sus lugares de origen, y emprenden la reconstrucción de los graves daños ocasionados por los terroristas amamantados por Occidente, causante de una guerra injerencista de casi ocho años, con centenares de miles de muertos, que aún continúa, que no tiene nada que ver con esa propaganda malintencionada acerca de “guerra civil” o “primavera siria”.

INTERESES POR ENCIMA DE TODO

Hace unos días, un portavoz de la Casa Blanca decía para explicar la ambigua posición de Trump, que este defiende solo los intereses estadounidenses, de ahí que tenga que retractarse de vez en cuando o ajustarse los hechos a la situación que se vive.

En esta explicación algo abstracta se trata de hacer ver que fue correcto el anuncio de la retirada militar de Siria, pero que llevaría su tiempo y, mientras tanto, lo que no decía el vocero, es que Estados Unidos volverá a utilizar allí a mercenarios y asesinos a sueldo privados como los BlackWater.

Ya las tropas estadounidenses estaban allí de forma ilegal y eran fuerzas invasoras a todos los efectos, como lo son las francesas, turcas, italianas o británicas apostadas en territorio sirio.

Sí, son tropas sin el consentimiento sirio, en algunos casos sin la aprobación de sus senados y, lo más importante, sin la aprobación de ningún tipo de mandato internacional que salvaguarde esa invasión y conducta colonialista.

Lo que indigna es que gran parte de la mal llamada izquierda occidental, junto con la derecha más reaccionaria, han clamado patológicamente (es la única explicación) para que se mantengan las tropas ocupantes en el lugar, incluidas las estadounidenses, a la cuales no les hace falta permiso alguno para violar y maltratar la legalidad internacional.

O sea, la victoria siria con la ayuda de sus aliados ha sido burlada, y se trata de seguir destruyendo a la nación árabe por cuantos medios sea posible.

Pero no han podido doblegar la determinación de Siria de no dejarse dominar y mantener una épica batalla contra los enemigos de todos los pueblos, lucha que tendrá su epílogo cuando se logren liberar todas las fronteras, al precio que sea.

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