Yaimé Pérez y Andy Cruz: Encumbrados del deporte cubano en 2018

Yaimé Pérez y Andy Cruz: Encumbrados del deporte cubano en 2018
Fecha de publicación: 
4 Diciembre 2018
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Sin embargo, su sólido palmarés los llevó a ambos a ser merecedores de la condición de los mejores deportistas cubanos, votados por mayoría entre los 221 criterios contabilizados y gestionados mediante una plataforma digital.

Se antoja lógico entonces profundizar en los resultados que condujeron a estos atletas a tamaña distinción, en ambos casos primera vez que la atesoran, pues Andy Cruz fue proclamado novato del año en el 2017, condición polémica pues ya ostentaba el cetro de mayores en los Panamericanos de Toronto 2015, por solo citar un título de relieve.

De vuelta al prisma que nos compete, el matador, como también se le conoce al púgil yumurino de 23 años (12 de agosto de 1995) transitó invicto por la presente campaña. A su corona en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, con igual veredicto antes en el evento clasificatorio; adicionó el vellocino en la Serie Mundial de Boxeo. En esa competición extendió a 16 su cadena de victorias consecutivas sin asomo de revés, desde que debutara en febrero del 2015 frente al mexicano Brian González.

Ese andar rutilante lo colocó en la cima del ranking divisional del torneo, luego de volver a desbancar 2-1 al kazajo Dilmurat Mizhitov en la definición.

Igual posición le deparó el escalafón de los 64 kg de la AIBA, donde con 1 700 puntos mira por encima del hombro a los uzbekos Ikboljon Kholdarov y Fazliddin Gaibnazarov (1 300), sus más cercanos perseguidores. Redondeó su impresionante hoja de servicios con  el oro en la Copa Química de Halle.

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Andy Cruz dio muestras de crecimiento y maestría boxística ante cualquier adversario durante 2018.

Dueño de una técnica impecable de golpeo y esquiva, dominador del boxeo en todas las distancias y con 1.68 metros de estatura que le hacen tener por lo general mayor alcance que sus rivales, Cruz, pese a su juventud, está en una etapa de plena madurez y maestría deportiva. no dudaría en colocarlo en uno de los mejores púgiles antillanos y del orbe libra por libra en la actualidad y de paso lanzar con prestancia su candidatura al cetro bajo los cinco aros en tierras del sol naciente.

Yaimé y la órbita de la consagración

Necesitaba, esencialmente en el componente psicológico, una temporada exitosa, que la hiciera creer y confiar con seguridad que es una de las mejores discóbolas del orbe. No en balde desde hace varias campañas Yaimé Pérez (29 de mayo de 1991) se ha insertado en la élite del disco femenino, pero sin ningún performance de calibre supremo.

Esa realidad varió en el actual 2018. A sus 67.82 cimeros y tempraneros, merecedores del tercer puesto en el listado anual de la especialidad, sumó  su triunfo en la Copa Continental, los JCC de Barranquilla, y el Campeonato de NACAC. Aderezó esas coronaciones con plata en varias paradas del Diamante, y en el Challenger Mundial.

Pero justamente su disparo de 65 metros con coronación incluida el 31 de agosto en la final de la Liga del Diamante de Bruselas se le antojará una fecha que no podrá olvidar nunca, incluso luego de culminada su carrera. Allí, al igual que en la Copa Continental luego, volvió a imponerse sobre la fenomenal croata Sandra Perkovic, e hizo que todas las miradas se volviesen hacia ella.

Esa victoria constituyó en lo anímico una inyección de confianza, de madurez competitiva, de fe en que ciertamente lo posee todo para convertirse en una de las mejores discóbolas cubanas de la historia. De hecho, en este minuto la rusa, como le apodan en el equipo nacional, en el ámbito doméstico lo es, sin descuidar el empuje y la sempiterna rivalidad con su coequipera Denia Caballero.

Su técnica aún asimila algunas mejoras en función de ganar centímetros o hasta metros con sus envíos. Si logra en definitiva conjugar esos elementos con su poderío físico, se convertirá en aún más temible para sus oponentes.
Una pincelada estadística. Yaimé materializó más de una decena de lanzamientos por encima de la respetable marca de 65 metros en los 12 meses en cuestión.

El resto de la legión descollante

No solo fueron Cruz y Pérez merecedores de halagos en este año que está por ver caer el telón. Por sus rendimientos, la jugadora de hockey Sunaylis Nikle y el pelotero Alfredo Despaigne reinaron en la categoría de mejor atleta de deporte colectivo, en tanto los Domadores de Cuba (boxeo) celebraron el premio entre los equipos, al ser merecedor de su tercer trofeo en Series Mundiales.

La lucha se erigió disciplina individual, avalada por un oro y cuatro bronces en la lid universal, 53 medallas de oro, 32 de plata y 27 de bronce en eventos internacionales. Alcanzó 13 oros en los JCC de Barranquilla; y diez títulos en el certamen panamericano de Perú. Las mujeres se estrenaron en los podios universales absoluto, y repitieron entre las menores de 23 años.

Mientras, el hockey sobre césped mereció igual condición entre los colectivos, al hacerse de ambas coronas en suelo cafetero, fundamentalmente.

Con estreno en materia de categoría, pero con méritos sobrados Los canoístas Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge se impusieron en evento no individual, que reconoce los éxitos en modalidades que tampoco califican como de equipos, dígase en dúos, tríos, cuartetas y conjuntos. Sobre ellos reposa el subtítulo del orbe en el C-2 a mil metros, así como plata también en fases de copas del Mundo.

Si algo me resulta un tanto cuestionable, resulta la designación del gladiador clásico  Luis Alberto Orta como novato del año. Sobre él igualmente reposan coronas continentales de mayores, pese a debutar en un Mundial en este 2018.
Ahora bien, además de estas distinciones y como resulta habitual se designaron los diez destacados dentro de la actividad del músculo.

Dentro de esa agrupación de vanguardia se concentraron las ciclistas Arlenis Sierra y Marlies Mejías; el púgil Julio César La Cruz; el gimnasta Manrique Larduet; los judocas Idalyz Ortiz e Iván Silva; el saltador Juan Miguel Echevarría, los luchadores Yowlys Bonne y Lienna de la Caridad Montero; y la especialista en pruebas combinadas del atletismo Yorgelis Rodríguez.

Otra iniciación como distinción recayó en el acontecimiento deportivo del año. Ahí los lentes y las loas se dirigieron a Budapest, sede del Mundial de lucha y donde la mayabequense Montero  fue agasajada por haber obtenido la primera presea para Cuba en la lucha femenina, 12 años después de oficializada su práctica en nuestro país. Lienna además, forma parte del grupo de gladiadoras que ha transitado de forma íntegra por nuestra pirámide, desde las áreas especiales, pasando por las EIDE, hasta la preselección nacional.

Para no volverles la espalda a otros que acumularon méritos, otro grupo de medallistas a nivel mundial recibieron reconocimientos: los púgiles Lázaro Álvarez, Erislandy Savón, José Larduet y Roniel Iglesias; la luchadora Yudaris Sánchez y sus colegas Oscar Pino, Alejandro Valdés y Franklyn Marén; y los pelotaris Armando Chappi, Yasmary Medina y Jhoan L. Torreblanca.

En tanto, el tirador Jorge Grau será objeto de una mención especial, tras ser el máximo medallista en los JCC de Barranquilla.
Así, entre distinciones hicieron estos atletas el camino de Cuba al andar. La cantera juvenil, el relevo inmediato se encomendó al triplista Jordan Díaz y la gladiadora Milaymis de la Caridad Martín, como sus portaestandartes de maor brillo.

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