Batos: ¡Un gigante parece renacer!

Batos: ¡Un gigante parece renacer!
Fecha de publicación: 
15 Noviembre 2018
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Desde hace ocho meses, la entidad líder de la Empresa Productora de Artículos Deportivos vive un resurgir que la ha convertido en referencia para el Ministerio de la Industria Ligera. La otrora Industria Deportiva pertenece a ese sector desde hace algún tiempo, pero su principal cliente sigue siendo el Inder.

Contigua a la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Comandante Manuel Fajardo, y a las áreas de la Ciudad Deportiva capitalina, ese complejo vivió años de glorias cuando estrellas de la talla de Alberto Juantorena, Teófilo Stevenson y Antonio Muñoz, entre tantos otros, exhibían allende los mares, en prendas y equipamientos diversos, las siglas que la identifican aun: Batos.

Sin embargo, el Período Especial de los años 90 del pasado siglo la llevó a un estado de depauperación del cual muchos pensaron no se recuperaría jamás. Pero hace ocho meses iniciaron allí una serie de transformaciones que confirman su regreso a la senda del esplendor.

Los males van siendo enterrados con un trabajo mancomunado que en tan solo un año ha permitido entregar más de 10 mil balones para la masividad. El contraste con lo hecho en 2017, tan solo 146 esféricos, no deja dudas sobre el despertar paulatino de este gigante.

A Andrés Alberdi Varona, director de la entidad, no le gusta estar en la oficina. Por eso, tras la presentación de rigor y la respuesta a un par de preguntas de JIT, nos invitó a recorrer las naves que limpias, pintadas, organizadas y en plena producción son la mejor evidencia de que Batos renace.

Alberdi lleva en las “costillas” una carrera de maestro y labores de dirección en el Poder Popular. Ahora, este ejecutivo de 52 años de edad, sueña en grande.

«Las confecciones textiles, dígase uniformes para el béisbol y otros deportes, pulóveres y shorts; la fabricación de bates, guantes, pelotas de todo tipo, sintéticas y de cuero, son nuestra prioridad», expresó con pleno dominio y en clave empresarial, como exigen estos tiempos.

«A partir de febrero hicimos una remodelación total de las líneas de producción de balones, especialmente al suministro de agua y las calderas de vapor. En julio arrancamos a producir y no hemos parado ni lo haremos en tanto tengamos materias primas. Sabemos que lo conseguido no satisface la demanda existente», destacó.

«Entregamos tres mil bates a la 58 Serie Nacional de Béisbol, de los cerca de 12 mil que hemos producido este año, todo a partir de la madera de Maple importada de Canadá. Lo previsto por la empresa para el 2018 se está ejecutando. No hay ninguna actividad paralizada, aunque comienza a escasear la materia prima», reconoció el inquieto “mánager” de este equipo.

De los 527 productos que se fabricaban en la Industria hoy se empiezan a obtener casi la mitad. No se han podido entregar las embarcaciones para la práctica de remo y canotaje, por ejemplo, debido a la carencia de la fibra de vidrio, elemento de muy alto costo en el mercado internacional.

Mas, un vistazo a la exposición dispuesta en el centro permite disfrutar del colorido de balones para voleibol, fútbol y baloncesto, tan solicitados por niños, adolescentes y jóvenes, de San Antonio a Maisí.

También reluce una vestimenta deportiva moderna y funcional, así como otros artículos que dan fe de la calidad que enarbolan como bandera los trabajadores.

CULTURA EMPRESARIAL

Embellecidas todas las áreas y cromadas las máquinas y herramientas, algunas con más de medio siglo de explotación y ahora en mantenimiento perenne. Esa escena hace que los obreros muestren rostros felices y se enorgullezcan de ser considerados como referencia dentro del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (Gempil).

Gracias a la cultura del detalle reinante, los trabajadores vuelven a ser reconocidos por sus pulóveres con los colores de la bandera cubana y la marca Batos que brilla en el pecho. Esa suerte de uniforme anuncia el regreso de una línea de artículos que ayudó a fraguar a generaciones completas de atletas y a no pocos campeones.

«La identidad de la empresa está en todo lo que fabricamos. Batos va estampado lo mismo en guantes, petos y uniformes que en los artículos de madera y otros. En 2019 se hará más visible nuestra presencia porque hicimos los trajes que emplearán los 16 equipos de la Serie Nacional. Además de quedar vistosos, tienen una alta calidad», refirió.

TRABAJADORES DE BATOS… SIEMPRE

Próximo a cumplir 90 años de edad, Jesús Israel Herrera entró a la Industria en junio de 1965, justo cuando se inauguró.

«Periodista, no le puedo decir la cantidad de bates que han pasado por mis manos. Imagínese… son 53 años trabajando aquí. En esta nave está casi toda mi vida. Viví los tiempos en que los bates usados en la Serie Nacional salían de aquí. También la época en que apenas producíamos unos pocos, por eso este renacer me tiene muy contento», expresó.

El casi nonagenario es maestro de maestros cuando de trabajar la madera se trata.

«Son muchos los que aprendieron un oficio acá. Llegaron casi adolescentes y se han hecho hombres. Muchos permanecen y ahora tenemos, además, a jóvenes interesados en seguir con este trabajo tan manual y dedicado», amplió.

Juana Alfonso, jefa del área de madera, donde se producen además las clavas para la gimnasia rítmica y los batones para el atletismo, por solo citar algunos ejemplos, dice que no se desperdicia nada, pues con los recortes se crean artículos para los niños.

Con 18 años de labor en este lugar, también destacó el incremento salarial que percibe el personal.

«Tengo operadores que han llegado a cobrar hasta dos mil pesos al mes. Eso incentiva la productividad y la permanencia en el centro», señaló.

Por otro lado encontramos a Bárbara Besse, recordista con 91 pelotas de béisbol fabricadas en un día de 1997, y quien ahora comanda a un grupo de jóvenes aspirantes a seguir su andar.

«Ellos tienen como plan 32 pelotas sintéticas y 28 de cuero cada día. Por sus manos pasaron las más de 100 mil que ya entregamos para el desarrollo del béisbol en general. Tienen muchas perspectivas. Las pelotas aquí se hacen todas manualmente», reafirmó.

Con más de 600 obreros y varias unidades diseminadas por el país, la nueva Batos pretende erigirse otra vez como protagonista del deporte cubano.

Creada para contribuir al progreso atlético de una pequeña nación caribeña, bloqueada por Estados Unidos, esta empresa se aferra a contribuir a la sustitución de carísimas e insostenibles importaciones.

El reto está claro: Batos regresa para brindar importante soporte al deporte cubano, que sigue siendo un derecho del pueblo.

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