CRÍTICA DE CINE: El verano de Coo

CRÍTICA DE CINE: El verano de Coo
Fecha de publicación: 
6 Noviembre 2018
0
Imagen principal: 

El verano de Coo (Keiichi Hara, 2007) es una cinta para todas las edades. Pocas veces uno encuentra un trabajo tan cristalino y transparente en intenciones. Es una obra con una escena inicial algo violenta e impactante… como puede ser la vida misma.

Recomendable para los niños y para el niño que los adultos –espero- llevan dentro, la cinta trata sobre los sentimientos, la amistad verdadera y como esta se opone a algunos de los sentimientos más mezquinos de los seres humanos.

Muy arraigada a la cultura japonesa está la figura del ser mitológico japonés llamado kappa.

Es una especie de rana con caparazón que habitaba, cuenta la leyenda, en el Japón del periodo Edo. En esta cinta un kappa ha sobrevivido, gracias a un azar muy peculiar, hasta nuestros días oculto en una roca. Ahora que despierta en esta era, comienza a vivir con una familia moderna.

Dirigida por el japonés Keiichi Hara, El verano de Coo es una cinta que sabe ser sentimental sin recrearse demasiado en el intento. Tanto es así que las dos horas que dura se hacen corticas, muy corticas… a lo cual ayuda, definitivamente, la calidad de la animación, que tiene momentos especialmente significativos cuando recrea paisajes naturales.

Una auténtica joya del cine familiar, al nivel de la filmografía imaginativa de Miyazaki y con la posibilidad de ser tan arrebatadora como en su momento lo fue E.T. de Steven Spielberg, El verano de Coo no dejará indiferente a quien la visione.

Las criaturas mágicas pueden estar a la vuelta de la esquina. Si abrimos bien los ojos y el corazón, podemos encontrarlas entre nosotros. Y si la encontramos, la trataremos como a una amiga, o la miraremos con lupa porque es diferente y extraña.

En dependencia del espectador, puede o no la criatura mágica convertirse en una metáfora del que es diferente. Al final, obviamente declara Keiichi Hara, tanto criatura mágica como persona diferente estarán mejor, más cuidados y a salvo, en un mundo cercano a la naturaleza. Un mundo en el que la amistad con los seres humanos es considerada un regalo, pero solo si –ojo- se escoge muy bien a esos seres humanos:

No todas las personas pueden entender la profundidad de nuestra sonrisa.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.