Campo y pista: Cuando el telón del 2018 cae… miradas (II)

Campo y pista: Cuando el telón del 2018 cae… miradas (II)
Fecha de publicación: 
30 Agosto 2018
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Con la ausencia de Yarisley Silva en la definición de la pértiga femenina de la Liga de Diamante y su primera fase final en Zurich, el campo y pista antillano perdió una dosis importante de presencia y glamour en ese certamen.

Al momento de redactar estas líneas el poder femenino del atletismo cubano para el cierre de 2018 se concentraba en las discóbolas Yaimé Pérez y Denia Caballero, al menos en lo que a la pugna de la gema se refiere, pues el triplista Cristian Nápoles estará involucrado dentro de poco más de una semana en la Copa de Naciones, integrando las filas del elenco América.

Toca entonces radiografiar la huella dejada por las mujeres del campo y pista antillano en este 2018, tomando como centro los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, el compromiso para el cual debían alcanzar su forma óptima, pero sin menospreciar otras comparecencias a distintos niveles, y algo fundamental, su ubicación en los rankings de temporada.

Indiscutiblemente, por su fuerza, el disco se roba la arrancada en este análisis. Desde finales de la década de los 80 y la de los 90 del pasado siglo, cuando Hilda Elisa Ramos y Maritza Martén irrumpieron en la élite, la Mayor de las Antillas ha preservado la tradición en esa prueba.

Será harto difícil para Yaimé Pérez (67.82 metros-3ra del ranking mundial), y Denia Caballero (66.09-5ta), desbancar a la fuera de serie croata Sandra Perkovic (71.38-líder) y con demostraciones contundentes en cada parada del Diamante. Yaimé(66.00-récord para el certamen), titular de Barranquilla, también aparece inscrita en el elenco América que medirá fuerzas en Ostrava, pero reitero que será sumamente complicado que ella, Denia, o cualquier otra de las 11 finalistas, destrone a Perkovic. Por cierto, son las dos antillanas de las pocas exponentes de la modalidad que han podido arañarle la carrocería a Perkovic.

Independientemente de su lesión, Silva es otra representante del campo y pista de relieve. En una campaña matizada por altibajos comparte el sexto escaño del escalafón gracias a sus 4.80 materializados en Mónaco el pasado 20 de julio. Con ese impulso en el tanque de combustible implantó primacía centrocaribeña de 4.70, pero dista de sus mejores saltos y del tope anual que la estadounidense Sandi Morris tiene fijado en 4.95. Estabilidad y consuelo, palabras de orden en la mirada a su performance.

Sería sacrílego no exaltar en este prisma a la heptatlonista Yorgelis Rodríguez. La discípula de Gabino Arzola siempre sorprende de manera grata y el 2018 no fue la excepción. Cetro en Barranquilla (récord de 6 436 puntos); tercera del escalafón (6 742 plateados de Gotzis, Austria), son argumentos más que sólidos para incluso atreverme a decir que es la fémina de mayor estabilidad y progresión en nuestro atletismo, nada más y nada menosque en un evento tan complejo como el heptatlón.

La guantanamera tuvo la siguiente secuencia en suelo austriaco para materializar su respetable cota: ( 13.48/+0.3 - 1.86 - 14.95 - 23.96/-0.6 / 6.58/+2.3 - 48.65 - 2:12.73 ) en las siete pruebas: 100 c/v, salto de altura, bala, 200 metros, longitud, jabalina y doble vuelta al óvalo.

Aunque aún sus pinchos no han podido desandar las principales pistas europeas en esta campaña, el tercer puesto en mi “arca” lo ocupa la ochocentista Rose Mary Almanza. El doblete protagonizado por ella en la doble vuelta al óvalo y los 1 500 metros en suelo colombiano, además de su protagonismo en el relevo 4x400 femenil dorado, me hacen ponderarla. Su mejor crono en los 800 fueron los 2:00.15 minutos bronceados del Iberoamericano de Toronto, merecedores del puesto 34 en relación que comanda la sudafricana Caster Semenya (1:54.25).

Sin haber podido rebajar los dos minutos en 2018, Barranquilla vio coronarse a Rose Mary con respectivos tiempos de 2:01.63 en 800; y 4:22.14 en los 1 500, que la colocan en discretísimo puesto 566.

Como miembro del relevo que integraron además Gilda Casanova, Zurian Echevarría y Roxana Gómez, detuvieron los relojes en tierras colombianas en 3:29.48, registro aceptable y merecedor del lugar 26 en el listado de los mejores tiempos.

De vuelta a los eventos de campo, la triplista Liadagmis Povea y la balista Yaniuvis López se suceden en esta relación.
Povea (14.44 metros-bronce en Barranquilla) aparece con ese estirón en el puesto 13 del rankin comandado precisamente por la colombiana Catherine Ibargüen (14.96), quien se llevó a demás la gema a casa in extremis (14.56), sobre los 14.55 de la jamaicana Shanieka Ricketts.

Davisleydi Velazco (13.92), la otra triplista cubana de mejores actuaciones se coloca en la posición 49, además de haberse erigido tercera en la lid universal juvenil de Tampere, Finlandia (13.78).

López se vistió de plata en tierras cafeteras 18.03, y su impulsión de la bala cimera de 18.58 en Braganca, Brasil, la sitúa en la plaza 18 de una relación encabezada por la china Lijiao Gong 20.38. De ella destacar que ha logrado estabilizar registros sobre la línea de 18 metros, alcanzándolos en lides de crucial importancia.

Para la cuatrocentista Rozana Gómez, el bajar de los 52 segundos (51.95) fue una noticia alentadora. Sin embargo tanto en Barranquilla como en Tampere, sus piernas no dieron todo lo que se esperaba de ellas. Únicamente en el relevo logró redimirse. Por cierto, ese tiempo la deja en el peldaño 81 del escalafón universal, con la temible bahamesa Shaunae Miller-Uibo (48.97) a la cabeza.

También se calzó bronce en la cita regional de Colombia Zurian Echevarría 400/v. Allí cruzó la línea de meta en 55.13 segundos. Tal crono la ve posicionarse en el 21 del listado anual.

Esas son algunas radiografías, cuando Zurich y Bruselas se roban la atención de todos los amantes del deporte Rey y cuando debe intensificarse el trabajo con todas las categorías.

A nivel de relevo, les dejo los rendimientos bronceados de dos féminas en pruebas de tradición para Cuba como parte del Mundial juvenil de suelo finés: la discóbola Silinda Morales (55.37 metros) y la martillera Yanitza Martínez (63.82).

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