El VAR hace de las suyas en España

El primer conato había sido en la Supercopa de España, cuando el juez de línea levantó la bandera en el primer tanto del partido y luego, desde la sala de cámaras, validaron el gol.

Lo curioso en este caso, y en todos los que se han dado desde entonces, es que el árbitro no ha ido a revisar los monitores que supuestamente están en el campo para tomar la decisión final.

Esa es una de las reglas del VAR; la decisión final la toma el silbante, a sugerencia de quienes han visto la jugada varias veces en cámara lenta. Sin embargo, así no se está aplicando en la Liga española.

Esta tecnología fue empleada en la Liga alemana y retirada luego de varios fallos que definieron partidos, pero en la Serie A Italiana, durante la pasada temporada, evitó 52 graves errores arbitrales, según datos oficiales, y ya vimos lo decisivo que fue en el pasado Mundial.

El error más grave ocurrió la pasada semana en el duelo Real Madrid-Getafe, cuando le sacaron tarjeta amarilla a un jugador erróneo. Fue en la jugada anulada posteriormente en que le hacen falta a Sergio Ramos, y el árbitro amonestó al futbolista equivocado. Para esa precisamente es para una de las cuatro situaciones en que se utiliza el VAR, pero nadie le avisó. Este último fin de semana sí se corrigió una situación similar en el tope Madrid-Girona.

También en la más reciente jornada se anuló un tanto del Valladolid contra el Barcelona por fuera de juego, y como fue en tiempo de descuento, aquí no pudimos ver la repetición con la línea que marca el terreno y no deja dudas, pero, a juzgar por las reacciones posteriores, se tomó la decisión correcta.

Esperamos que todo sea solamente adaptación, y los árbitros españoles, a mi juicio, los peores de las cinco grandes Ligas de Europa y quizás un poco más allá, le encuentren la vuelta a la tecnología.

Yo sigo siendo un entusiasta de las novedades para ayudar a la transparencia en el juego, pero el factor humano debe estar a la altura.