Barranquilla 2018: Martes de plata que no consuela

Barranquilla 2018: Martes de plata que no consuela
Fecha de publicación: 
25 Julio 2018
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No solo por el hecho de ceder, sino también en lo anímico, dada la dimensión del fracaso.

Al momento de redactar estas líneas la reflexión obligatoriamente se volvía hacia el medallero. Cada desliz o resquicio dejado por la delegación antillana lo han aprovechado de forma muy compacta los mexicanos, al punto de exhibir 59 oros, 51 platas y 40 bronces. Colombia (39-35-34) los secundaba, en tanto Cuba (29-35-34) y Venezuela (10-19-29) cerraban el cuarteto de vanguardia como las potencias de Centro América y el Caribe que son.

Honor a quien lo merece

No se trata de inculcar el championismo a niveles extremos, pero para Cuba ceder en la cita multideportiva regional, en la cual dominan desde Panamá 1970 sería sacrílego.

Entonces antes de profundizar en algunos análisis debemos ponderar a los cuatro campeones de la jornada.

El primer cetro cayó como platos, cuando el escopetero Guillermo Alfredo Torres fue más preciso que sus oponentes y redimió la actuación del equipo al imponerse en el skeet individual. El cetro fue el número 11 del escopetero en estas lides, 36 años después que alcanzara su primer título.

Igual suerte en el estreno de la prueba mixta de aire corrieron Eglys de la Cruz y Reinier Estopiñán. Los cubanos cedieron en el último disparo por una décima ante sus rivales aztecas, 488.1 por 488.0 puntos, desenlace que constituyó el más reñido que recuerde en la historia del tiro deportivo centrocaribeño.

De vuelta a las coronas y en un cierre turbio de la gimnasia artística, Manrique Larduet y Marcia Videaux auparon a La Mayor de las Antillas. El primero tuvo que registrar una ejecución impecable en anillas (14.925) para desbancar a su sempiterno rival Jossimar Calvo (14.825), que además de ser el ídolo de la afición local, se convirtió en el hijo pródigo de los jueces.

Sus cuestionables 14.300 en barra fija, tras 15 minutos de suspenso y reclamación incluida, no me supieron a tanto, y mucho menos superiores en materia de performance a los 14.150 de Randy Lerú. Ovacionado por todos, Lerú tuvo que resignarse y sonreír al conocer el veredicto. Deporte de “apreciación” al fin…
Con los rendimientos de Manrique, Marcia, Lerú y compañía, Cuba dominó la disciplina en Barranquilla, encomendada a los tres pergaminos per cápita de sus principales exponentes, que bien pudieron ser más.

El cuarto vellocino cayó en un deporte que también se comportó de manera general por debajo de las expectativas. El levantamiento de pesas. Si bien Colombia ha demostrado que es actualmente la primera potencia de América en materia de alzadas y kilogramos sobre la plataforma, los nuestros fallaron más movimientos técnicos de lo esperado, lo que los obligó a reducir sus opciones de coronación en más de una oportunidad.

Este martes el agraciado resultó ser Luis Manuel Lauret (más 105 kg). Envión de 221 kg en los que confesó le fue la vida, lo hicieron acreedor del cetro. Antes había logrado plata en el arranque, al igual que su predecesor Juan Columbié (105) en ambos ejercicios.

Otras disciplinas individuales merecen el reconocimiento de todos los aficionados y especialistas. Una de ellas es el tenis de mesa, a pesar de que Andy Pereira no pudo retener su corona individual de Veracruz 2014 al ceder precisamente ante el mexicano Marcos Madrid. Un rival que en los últimos tiempos se le ha antojado una piedra en el zapato, amén de pocos duelos particulares entre ambos.

Entre damas Idalys Lovet y Lissi Castillo vieron truncas sus aspiraciones en semifinales y cuartos, por ese orden, lo mismo que Jorge Moisés Campos.

Párrafo aparte para la natación. Armando Barreras, Luis Vega, Elisbeth Gámez, Cristian y el resto de nuestra comitiva, no solo ha mejorado con creces sus registros personales, sino que también escalaron al podio de premiaciones en más de una oportunidad, lo que habla de un trabajo consecuente de María Luisa Mojarrieta y el resto del colectivo técnico.

El clavados con la plataforma masculina no halló la fórmula de éxito a través del experimentado Jeinkler Aguirre y Yusmandy Paz. La superioridad de los mexicanos, especialmente de Iván García, se hizo sentir.

Hablábamos de disciplinas por debajo de las expectativas. En esa cuerda coloco al remo, al tiro deportivo hasta este minuto, y las féminas están encargadas de rescatar al ciclismo una vez más. Yudelmis Domínguez sacó una plata meritoria en el Omnium y con nítida fe esperamos que Marlies Mejías (persecución individual y carrera por puntos) y Arlenis Sierra (Madison y Keirin), además de la ruta ambas, saquen por enésima ocasión la cara.

Castillo de naipes colectivo que se desmorona

No existe otro calificativo. Los deportes colectivos se han desmoronado como castillo de naipes en suelo cafetero. El béisbol sigue con los bates en crio-conservación. Nuestra ofensiva solo pudo conectarle tres hits al pitcheo venezolano y cedieron 1-2. Antes le habían pegado únicamente cinco inatrapables al staff boricua, y en su pírrica victoria 1-0 sobre Panamá la carrera anotada fue sucia.

El voleibol femenino cayó 0-3 ante Trinidad y Tobago, nada más y nada menos que discutiendo una puesto del quinto al octavo escaño. Cuanta nostalgia por las morenas del Caribe. Años que siendo justos, tardarán muchísimo en regresar. No ha habido un rendimiento más “deprimente en Barranquilla que el de las voleibolistas. Esperemos que los varones y las duplas de playa, puedan a base de rendimientos notorios borrar semejante sinsabor.

Tampoco transitan por un camino feliz el hockey el softbol femenil.

Dejo para la despedida la debacle del baloncesto. Antes de haber nacido ya las damas del deporte ráfaga en Cuba habían establecido su feudo. Constituye una de las disciplinas que más atractivas encuentro y me cuesta esconder el dolor que sentí en una demostración de las más pobres que recuerdo.

Con una nómina considerablemente superior y que ya había doblegado por más de diez cartones a las colombianas en la fase de grupo, se dejaron arrebatar la corona 67-65 en tiempo extra. Inefectividad en su máxima expresión, una segunda mitad de horror, defensa permisiva y 16 pérdidas de esférico por ocho de sus oponentes, fueron algunas de las causas de un revés.

Lo más preocupante fue la actitud de las jugadoras antillanas, que en lo anímico se dejaron robar toda la iniciativa, como si fuesen colegiales. Imaginen que salvo Suchítel Ávila (máxima anotadora con 24 cartones), Marlene Cepeda (10-24 rebotes), y Yamara Amargo (17) el resto del conjunto se conjugó para únicamente 14 tantos.

Con semejantes números, una rotación de balón en el plano de lo paupérrimo por parte de las defensas organizadoras, y carentes de variantes tácticas ofensivas para quebrar un muro más de intención que de baloncesto fijado por las cafeteras, el triunfo se antojó un espejismo.

Toca descansar, lo poco que resta de madrugada, y encomendarnos al repunte ansiado. Fundamentalmente urgidos de emerger airosos en la mayor cantidad de enfrentamientos cara a cara con aztecas y anfitriones. El miércoles no pinta muy halagüeño en materia de posible botín dorado, pero al menos si de recuperar el paso o encontrarlo se trata, que cada cual de lo mejor de sí, que emulen sus rendimientos más notorios, devendrá una máxima crucial.

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