Rusia 2018: Adentrándonos en feudo del más universal (Grupo A)

Lo cierto es que millones de mentes de todas las latitudes del planeta ya ruedan desde hace tiempo a ritmo del Telstar 18, balón oficial de la competición y una evocación a la cita de 1970, pues en esa edición, por primera vez, la esférica combinó paneles negros y blancos, los cuales le confirieron un agradable destaque en las transmisiones televisivas.

CubaSí, igualmente, se mueve al compás de mi perspectiva acerca del segundo evento deportivo del planeta, por detrás de los Juegos Olímpicos, y por eso lo invita a involucrarse en este recorrido de análisis previos, reseñas de partidos, cuestiones curiosas y otras incidencias asociadas a esta versión número 21 del certamen balompédico.

Se impone entonces comenzar por el grupo A, no solo por ser el de la anfitriona Rusia, sino porque también alberga a Uruguay, primer campeón en los albores de 1930. Una tercera razón, cronológicamente, es el primer apartado que completan Egipto y Arabia Saudita.

La osadía es un componente esencial que, en cuestiones de premoniciones futbolísticas, debe marchar de la mano con la objetividad y la historia. Por tales razones, en esta llave, como entrante de la radiografía me inclino por el avance a octavos de final de Uruguay y Egipto.

Muchos dirán que constituye un gran atrevimiento de mi parte descartar, en la misma fase de grupos, a los locales rusos, pero intentaré argumentar mi vaticinio de forma breve:

Uruguay: Con una docena de participaciones, dos Copas, cinco semifinales y esa garra del charrúa incombustible, los comandados por el ofensivo Oscar Whasington Tabárez apostarán nuevamente por ese recurso de jamás rendirse sobre la cancha. Con el temible dúo de Luis Suárez y Edinson Cavani en el frente de ataque, los celestes pintan como para comandar esa llave. Godín y Maximiliano Pereira fungirán como referentes defensivos, y en el medio campo debe descollar Gastón Exequiel Ramírez.

Anclados en el puesto 21 del ranking de la FIFA, los uruguayos intentarán, al menos, reeditar su cuarto peldaño de Sudáfrica 2010.

Egipto: Desde 1990 no pisan terreno mundialista, pero esta generación de faraones huele a grandeza, encabezados por el veloz astro del Liverpool Mohamed Salah, quien signó el 71% de los goles de su once en la etapa clasificatoria, incluido ese penal en el minuto 94 que decretó el crucial triunfo 2-1 sobre el Congo.

En su compañía, como talismanes del accionar del elenco dirigido por Héctor Cúper y ubicado en el puesto 31 del escalafón, se hallarán el portero Essam el Hadary, quien no recibió más que tres goles en la tercera ronda clasificatoria; el «bólido» Mohammed Abdul Shafi; y el centrocampista defensivo del Arsenal Mohamed el Neny, una muralla en la contención y ante el asedio de ataques rivales.

Por cierto, en caso de alinear, El Hadary lo haría con 45 años, y quebraría el récord de Faryd Mondragón como el jugador de más edad en un Mundial. El arquero colombiano estableció la actual plusmarca cuando compitió en Brasil 2014 con 43 años y tres días.

Rusia: Bajo su actual nombre, el gigante euroasiático no ha logrado pasar de una ronda de grupos. En el recuerdo, la época dorada y aquel cuarto lugar de Inglaterra 1966. Moviendo los hilos se halla el otrora meta Stanislav Cherchesov y, además de tener el frenesí de la afición local, los rusos necesitarán la mayor eficiencia posible de su ariete Fedor Smolov. El referente sobre el césped será el portero y capitán Igor Akinfeev, con un mediocampo bastante serio que comandarán Denis Cheryshev, Yuri Gazinski y Aleksandr Golovin. Determinante para vencer la presión y hacer crecer sus aspiraciones será su arranque frente a los saudíes en la fecha de apertura.

Arabia Saudita: Sin dudas, es el plantel de menor poderío en la llave. Su puesto 63 en el ranking así lo refleja y, pese al empuje de su artillero estrella Mohammad Al-Sahlawi, autor de 16 dianas durante la eliminatoria, no les veo muchas opciones de avance a los dirigidos por el argentino Juan Antonio Pizzi.

Sucede que sus restantes líneas de juego no exhiben el nivel de sus oponentes en el apartado y tanto nominal, como en materia de últimos rendimientos, pintan como la Cenicienta. De cualquier manera, su presencia en Rusia puso fin a 12 años de sequía mundialista.

Más o menos así se presenta el panorama en este grupo A, el del anfitrión Rusia y que dictará los primeros compases mundialistas.

Corre por mis venas sangre latina, confesaré que a nivel de selecciones simpatizo con Brasil y Holanda, por lo que mis últimas experiencias mundialistas han transitado por cauces amargos, pero siempre la profesión me inyecta una dosis extra de motivaciones, como lo hará la Telstar cuando suene el pitazo inicial el próximo 14 de junio.