Préstamos estudiantiles en Estados Unidos: Larga pesadilla

Préstamos estudiantiles en Estados Unidos: Larga pesadilla
Fecha de publicación: 
20 Junio 2012
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Luego de recorrer un camino saturado de tropiezos, los préstamos de dinero a estudiantes universitarios de Estados Unidos se han convertido en una prolongada alucinación.

Un periodista de Miami, Michael Vázquez, advirtió este lunes que posiblemente dentro de quince días la tasa de interés que pagan los jóvenes por esos préstamos volverá a subir.

Se trata de los adelantos Stafford, subsidiados por el gobierno federal, que en la actualidad imponen un interés del 3,4 por ciento, pero bajo la amenaza de llevarlo al 6,8.

Pero no se trata del único problema que los acosa a ellos y sus familiares, porque ya no pueden utilizar las denominadas becas federales Pell Grant para las clases de verano; los programas estatales de ayuda financiera, como las becas Bright Futures de la Florida, han sido muy recortados, y los aumentos de dos dígitos en el precio de las matriculas han devenido una regularidad.

En ese contexto, ¿qué significaría incrementar el costo a los préstamos estudiantiles universitarios? Afectar a más de siete millones de alumnos y agregar otros cientos de millones de dólares a las deudas de los graduados.

Varios ejemplos de carne y hueso fueron citados el 23 de abril último por la publicación mejicana Milenio.

Un estudiante de licenciatura (cuatro años de estudio) que se graduó en 2010, lo hizo debiendo unos 25 250 dólares, pero cada vez más padres solicitan dinero para ayudar a sus hijos a obtener un título, y su deuda promedio ya asciende a 34 000.

«Una persona pagará alrededor de 1414 dólares al mes durante 10 años para cubrir su deuda total» al terminar sus estudios, indicó en su página web la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por su sigla en inglés).

¿De qué forma se debe afrontar este problema en Estados Unidos?, pregunta Milenio. Y luego añade:

Mientras el costo de la matrícula sigue subiendo, el arrastre del préstamo es mayor. Según la Reserva Federal de Nueva York, un tercio de la deuda estudiantil es pagada por personas con más de 40 años de edad, y un 4,2 por ciento recae sobre mayores de 60 años.

Donna Shelton, con 51 años, aún paga sus adelantos de la época estudiantil, vive en Carolina del Norte, finalizó su licenciatura a los 20 años y regresó a la Escuela de Medicina con 39.

Ella declaró a la agencia AFP que se vio precisada a solicitar 121 000 dólares en préstamos estudiantiles para cubrir los gastos de pregrado y postgrado. «Espero vivir más de 80, si no, voy a morir con esa importante deuda».

Donna, puntualiza Milenio, tiene que destinar 750 dólares de su presupuesto mensual para saldar el préstamo estudiantil. Su esposo, un maestro, desembolsa por el mismo concepto la mitad del salario.

El presidente Obama dijo el mes pasado en una escuela secundaria de Virginia: «Ustedes no deberían tener que pagar un extra de 1000 millones de dólares, solamente porque el Congreso no puede ponerse de acuerdo».

Allí, demócratas y republicanos se achacan la responsabilidad por el estancamiento de los debates sobre el tema, cuidando su imagen, durante un año electoral, de cara al sector de votantes entre 18 y 29 años de edad que les resulta muy necesario.

En tal escenario Obama, de acuerdo con sondeos, hasta el momento adelanta a su contrincante republicano, Mitt Romney, por un 56 contra 34 por ciento, saldo muy inferior al que recibía en 2008.

Al margen continúa revoloteando para millones en Estados Unidos la casi increíble pesadilla de sus préstamos en la época dorada de la juventud estudiantil.

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