JOVEN Y ARTISTA: «Quiero que me vean como un cantante versátil»

Confiesa que, desde los nueve años, componía canciones y solía escribir poemas y cartas de amor a las chicas de la escuela. Quizás fueron esas las primeras señales que guiaron a Alex Duvall para adentrarse, un tiempo después, en el mundo de las sonoridades, sin una formación académica, pero de forma seria y decidida.

Es por ello que esta nueva figura artística, que se abre paso entre el gusto juvenil cubano, dejó todo al destino, hasta que la agrupación Havana C, de música popular cubana, le dio la oportunidad de ganarse un espacio en los escenarios de Cuba y el mundo.

 
A partir de ese momento, sumó experiencias y, como él mismo asegura, entró siendo un reguetonero y terminó siendo un cantante.

Pero hace poco más de un año, este joven decidió enrumbar su carrera como solista, y desde entonces cosecha éxitos que ya lo ubican entre los primeros puestos en las listas de éxitos musicales del país.

 
No se considera un exponente exclusivo de la música urbana, sino más bien un artista, en toda la extensión de la palabra, que logra cautivar con sencillos como Haciéndolo, Por qué no le dices o La resaca.

Abandonó Havana C porque tenía una visión un poco diferente de Yuly, la directora del grupo. Quería asumir su propio estilo de trabajo: elegir qué cantar, cómo bailar, cómo vestirse o pelarse. Y decidió emprender su carrera en solitario.

 
«Tuve que cambiarme el nombre. Realmente me llamo Carlos Mérida, pero me sonaba a cantante de bolero. Escogí Alex, por Alejandro Magno, un personaje histórico por el cual siento atracción, y Duvall por Robert Duvall, el actor norteamericano, pues actuar es otra de mis pasiones.

«Al principio, muchos me criticaron la decisión de lanzarme al escenario sin ninguna compañía. Y no niego que el principio fue duro. Estaba solo y tuve que armar un grupo por mi propia cuenta. Pero con el tiempo he callado muchas bocas y he demostrado que sí se puede salir adelante, si uno tiene el propósito de cumplir las metas que se propone», sostiene.

¿Te propusiste asumir un nuevo estilo musical cuando decidiste convertirte en solista?

«En Havana C yo cantaba salsa, timba, son; pero la base de mi inspiración es la música urbana. No obstante, no me gusta que me vean como un reguetonero, porque eso no es lo único que hago. Yo quiero que mi público me vea como un artista versátil, inquieto, capaz de transitar por diferentes estilos y géneros.

«Sin embargo, ya no puede hablarse meramente de reguetón, sino más bien, de pop urbano. Ese género ha evolucionado tanto, que cualquiera puede enamorar a una chica con letras que se han tornado cada vez más limpias y bonitas.

«Actualmente, mi música es muy variada, a pesar de tener una base muy urbana. Defiendo melodías que están de moda a nivel internacional, pero trato de incorporarles el toque cubano, todo eso que nos define».

Usualmente, ¿quién compone tus temas?

«Es un trabajo entre Osmani Espinosa y yo. Cuando decidí ser solista, pensé en irme a trabajar a Colombia, pues mi nuevo estilo tendría mucho de los ritmos de ese país y de Puerto Rico. Sin embargo, Osmani me convenció para que me quedara en Cuba y hemos estado trabajando juntos en los últimos meses. Para nadie es un secreto que él es uno de los compositores más importantes de música popular cubana actualmente».

¿Crees que estás logrando convencer al público desde que eres solista?

«Bueno… ahí se están notando los resultados favorables… Ya he sacado más de diez sencillos a la calle y a la gente le está gustando, principalmente a los jóvenes.

 
«También mis propuestas están teniendo éxito en otras latitudes, por ejemplo, Estados Unidos, y las personas comprenden con mayor claridad que la música es más que un idioma o un país.

«Yo no me considero el mejor de los cantantes; pero cuando me paro en un escenario, puedo transmitir un mensaje y llegar profundamente con mis letras y melodías. A mi juicio, eso es lo más importante de todo».

¿A qué retos te has tenido que enfrentar desde que dejaste de ser Carlos Mérida para convertirte en Alex Duvall?

«Creo que ahora debo trabajar más fuertemente. El ritmo se ha vuelto más riguroso y tengo un grupo que depende de mí. La gente empieza a juzgarte con más fuerza en la medida que progresas, y eso te hace ser más exigente con lo que haces.

«A pesar de que mi formación es básicamente empírica, creo que lo importante es trabajar duro e intentar hacer las cosas con la mayor calidad posible, para que tu público te siga. El público te va a respetar siempre, si eres persistente y no te das por vencido.

«También es importante rodearse de personas que te digan la verdad, no lo que tú quieres escuchar. Además, hay que ser responsable y no dejarse llevar por malos consejos.

«Ojalá mi trabajo me abra otras puertas y pueda algún día cantar con Gente de Zona o Pancho Céspedes. Sin embargo, tengo fe en lo que estoy haciendo y creo que voy por buen camino».