El Madrid pone a correr al Barcelona

La euforia por haber ganado el partido amistoso de pretemporada se esfumó bien pronto cuando las cosas se pusieron más serias y el Barcelona enfrentó de nuevo al Real Madrid, esta vez por el título de la Supercopa de España.

Aquel encuentro celebrado en Miami fue bien atractivo, pero a la postre creó la imagen entre los seguidores del equipo culé de que las cosas estaban bien, cuando se les cernía la noche con la inminente salida del delantero brasileño Neymar da Silva.

La realidad ha sido contundente: se les ha abierto un hueco bien profundo en la plantilla, que será muy complicado de llenar.

Fueron más de 200 millones de euros los ingresados por la venta del crack suramericano, pero hasta ahora los directivos del plantel catalán no parecen saber qué hacer con ellos. En vez de intentar cazar a algún peso pesado al estilo de Eden Hazard o Paulo Dybala, se han gastado 40 millones en Paulinho, un jugador de 29 años procedente de la Liga china y, según lo que especula la prensa de esa región española, sus cañones están enfilados hacia el también auriverde Filipe Coutinho, inferior en calidad a los mencionados anteriormente.

Además, no sé si aguijoneado por el interés del once blaugrana o por las locuras del mercado, desde el Liverpool están pidiendo 150 millones de euros por un futbolista que tiene calidad, pero no parece estar a ese nivel.

Incongruencias del mercado aparte, lo cierto es que las carencias mostradas por el equipo azulgrana en la Supercopa, donde fue mayoreado completamente por el ya sólido Real Madrid, obligan a tomar la iniciativa en el mercado para retocar posiciones fundamentales como la delantera y la defensa, pero inexplicablemente los intereses, al menos públicos, siguen en el mediocampo.

Los fichajes más recientes en la Ciudad Condal han dejado bastante que desear, y hasta ahora este año no apunta al optimismo, pensando por supuesto en la batalla por la Liga de Campeones, que es la competición añorada por cualquier club que piense en grande. Sigo pensando que para luchar la Liga y la Copa del Rey esta plantilla es más que suficiente.

Como mismo les pasó a los merengues durante el ciclo dorado de los barcelonistas, ahora estos últimos tienen que replantearse sobre todo su política de fichajes y, lo más importante, rescatar lo que siempre enarbolaron como su principal bandera: la cantera.

No lo dije yo, lo dijo alguien tan catalán como Xavi Hernández: Se está traicionando la esencia del barcelonismo. Ellos sabrán lo que hacen.