MIRAR(NOS): Sin máscaras, mostrarse tal cual

MIRAR(NOS): Sin máscaras, mostrarse tal cual
Fecha de publicación: 
19 Mayo 2017
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Normalmente, por agradar a los otros muchísimas veces la gente se calla lo que piensa que pudiera molestar al resto. Pero el caso es que uno nunca agrada del todo, que jamás se queda bien al 100% y entonces (pecando de egoísta) mejor estar en paz primero desde lo interno.

Ahora, como Orlandito anda vestido de mujer lo ofenden, no paran de ofenderlo. Primero trabajaba en mi bodega, ahora en el hospital. Perdí su rastro cuando me fui para La Habana, lo encontré hace poco y casi no lo reconozco debajo de tanto maquillaje. Insistió para que le llamara Ana Belén y lo (la) complací incluso porque no me costó mucho.

Ana Belén es el nombre de la cantante preferida de su mamá, a ella no la conoció y muchos le “echan la culpa” de su orfandad. No entiendo cómo, no encuentro explicaciones probables para ese fundamento.

Desde que íbamos a la escuela primaria, cuando ni sabía lo que significaba la palabra “sutil”, cantaba “de qué modo sutil me derramó en la camisa…”. ¿Dónde había aprendido aquellas palabras tan rebuscadas? Eran de Guillén, pero ni él ni yo conocíamos al Poeta Nacional.

Un día escuchamos sus gritos desde el baño de los niños y en mi cabeza, de nueve años, no entendía por qué lo habían dejado encerrado.

Después me fui a estudiar a Santa Clara, después de nuevo a Santa Clara y perdí su pista, perdí su trayectoria, se me escurrió entre las manos. Mi último recuerdo se remontaba a la tarde aquella cuando nos despedimos en el parque próximo a la secundaria. No era una despedida en sí misma, allí estábamos unos cuantos amigos pensando que jamás nos veríamos. A algunos jamás los vi, cada quien tomó su rumbo.

Hace unos meses, justo el día en que nació mi hijo, Orlandito/Ana Belén fue mi camillero(a). Me pedía que pusiera de mi parte, con un guiño en el ojo, delante de los médicos. No debían verme tan mal pero cuando caí en la cama de hospital, después de aquella cesárea, fue él/ella quien me cargó, y prometió ir a verme a la mañana siguiente o el lunes, cuando volviera a hacer guardia. No lo/la vi más.

Hoy brindo a su salud, por la valentía de mostrarse tal cual, de la forma en que quiere ser y no como los demás pretenden. Me alegro de conocer personas así de valientes. La gente no repara en eso pero es un ejemplo que inspira. Confunde cuando todos andamos con tanta máscara, de vez en cuando es bueno toparnos con el pasado.

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