Onda retro: ¿Cuántas cosas en el hogar pudieran aprovecharse?

Onda retro: ¿Cuántas cosas en el hogar pudieran aprovecharse?
Fecha de publicación: 
8 Mayo 2017
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Ahí están en medio del patio, olvidados, echados a un lado. Una y otra vez paso, les echo una ojeada y pienso en cuántos lugares estarán amontonados. Al parecer inservibles, sin un ápice de utilidad.

Hay botellas y latas de varios tipos y colores, pomos plásticos de detergente líquido, y otros envases para el llamado hipoclorito, hoy ausente de nuestras farmacias sin explicación alguna.

No me cabe pensar que tanta materia prima pueda ser despreciada, así de esa manera. Años atrás en las boticas de barrio, en un rinconcito, se ubicaba un depósito para recoger los frascos de medicinas. ¡Cuánto dinero ahorrado por ese concepto!

Reciclar, una práctica necesaria

Hace poco tiempo, en la provincia de Ciego de Ávila, durante una visita a la Empresa de Proyectos e Ingeniería del Ministerio de la Agricultura, me llamó la atención el manejo de los desperdicios sólidos.

En la oficina del director —y en otras— tres envases plásticos de colores diferentes señalaban el destino correcto de los residuos orgánicos, de papel y de cartón, con la única y clara finalidad de coadyuvar a su reciclaje.

altLa recogida de materias primas es una de las actividades asociadas a las nuevas cooperativas. (Periódico Girón )

Al indagar el porqué de tal detalle me explicaron que en este centro laboral está establecido un sistema integrado de gestión, el cual incluye el cuidado del medio ambiente, la seguridad, la salud y la calidad del trabajo.

Es decir, existe un conjunto de normas que redunda en beneficio de ese colectivo, influye en los resultados económicos de la empresa y, por tanto, en el salario de los trabajadores. Un buen ejemplo que merece la pena no solo comentarlo, sino llevarlo a la práctica y sumar cada vez más a otras entidades.

Paradojas de la vida

Contrario a lo que sucede en otros países, en Cuba se desperdician muchos materiales y objetos que pudieran, perfectamente, ser reciclados. Es cierto, que ello necesita de una infraestructura que hoy el país no tiene. Pero hay que empezar a crearla.

Un tiempo atrás gozaban “de buena salud” los establecimientos donde el Estado compraba materia prima. Primero, se comenzó canjeando por productos (refrescos enlatados, inclusive), luego se pagaba a quienes se dedicaban a llevar hasta allí grandes cantidades de materiales de todo tipo, incluido cartón, papel, periódicos.  

Actualmente, no tengo detalles de cómo marcha ese proceso. Aunque siempre hay gente recogiendo, sobre todo latas de varios tipos. Pero es cierto que no existe un mecanismo sistemático para aprovechar todo lo posible.  

Con un número determinado de latas se pueden fabricar ventanas y puertas de aluminio. Los envases para el detergente líquido sirven para reciclarse, al igual que los de medicinas; las cuales en ocasiones escasean, precisamente, por falta de envases. Tal situación ha ocurrido con el llamado hipoclorito. ¡Paradojas de la vida!

Es un asunto que reclama la atención del Estado y de los gobiernos locales. Botar no puede ser una acción que pase inadvertida e indiferente a la vista de todos, menos en un país como el nuestro, con tan escasos recursos naturales y con una economía en vías de desarrollo.

Y aunque parezca no tener relación con el asunto, recuerdo otras épocas, en tiempos de huracanes, cuando se realizaron determinadas campañas para donar los uniformes escolares a las familias más necesitadas de cualquier lugar del país.   

Salvando las distancias, reciclar constituye hoy un imperativo. Tomar y fomentar conciencias; divulgar acerca de su importancia; crear condiciones; involucrar un conjunto de organismos que tienen responsabilidad, permitirá —a largo o mediano alcance— contribuir desde el propio hogar al ahorro.

Si en música, onda retro implica volver al pasado, pues entonces en este mismo sentido tratemos de regresar a la época en que de manera voluntaria se depositaba materia prima en las farmacias u en otros lugares donde esta se acopiaba, pues en La Habana, por ejemplo, existían determinados lugares para ello, que la población tenía identificados.

¿Cuánto dinero y recursos deja escapar el país por no prestar la debida prioridad a un tema como este? Empecemos por casa, usted, el vecino, nuestros hijos y familiares más cercanos, y sumemos en tal empeño a la escuela, a los pioneros, a los más entusiastas del barrio.

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