30 años de vida: Una emigración al revés

30 años de vida: Una emigración al revés
Fecha de publicación: 
22 Enero 2017
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El Cardiocentro de Santiago de Cuba  abrió sus puertas el 12 de enero de 1987 y  su equipamiento se completó en 1988 con la instalación de un angiógrafo, que permitió ejecutar todos los exámenes hemodinámicos necesarios.
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Como se planificó inicialmente, se ha brindado atención a pacientes adultos y niños de las 5 provincias orientales.
Su director y fundador el Dr en Ciencias Héctor del Cueto Espinosa, le concedió una entrevista a la periodista Paquita Armas Fonseca que  integra su libro inédito A corazón abierto, que mediante conversaciones recoge la historia de la Cirugía Cardiovascular.

Por celebrase en esos días el cumpleaños 30 de tan importante institución publicamos la entrevista.

Profesor Héctor del Cueto Espinosa: UNA EMIGRACIÓN AL REVÉS

Cada 27 de julio el Doctor Héctor del Cueto Espinosa tiene un doble motivo para celebrar: un día como ese en 1935 nació en La Habana y esa fecha forma parte junto el 25 y el 26 de la jornada por el Día de la rebeldía Nacional. Y es que este capitalino que realizó una emigración al revés hacia Santiago de Cuba, lleva junto al blasón de su extraordinario desarrollo científico, el de entregarse a la lucha por un mundo mejor.

En1957, luego del cierre de la Universidad por la dictadura de Batista trabajó en la Clínica La Benéfica de la Habana en el Departamento de Archivo donde se mantuvo hasta el año siguiente en que se presentó a una oposición de plazas para talleres en la Compañía de Electricidad; ganó una de ellas y pasó a laborar en los talleres de Capdevila hasta el triunfo de la Revolución.

Con la reapertura de la Universidad continuó sus estudios de medicina hasta que en marzo de 1961 comenzó el Servicio Médico Social Rural en Baracoa. Al finalizar esa etapa fue para el hospital Saturnino Lora de Santiago de Cuba, y allí ha permanecido hasta hoy.

En la ciudad heroína de Cuba continuó su formación hasta graduarse de Especialista de de Primer Grado en Cirugía en Abril de 1966, luego obtuvo entre otras categorías: el Segundo Grado de la Especialidad de Cirugía General y Cirugía Cardiovascular, el de Profesor Titular y Consultante y el grado científico de Doctor en Ciencias.

Paralela a esa actividad de superación profesional ha desempeñado diversos cargos administrativos, vinculados por supuesto con su desarrollo profesional. Desde 1981 fue el Jefe Servicio Cirugía Cardiovascular del hospital Saturnino Lora y es el director del Cardiocentro de Santiago de Cuba desde 1987, cuando se fundó.

El Dr Cueto ha recibido 62 cursos nacionales y 12 internacionales; los impartidos por él en Cuba suman unas cuantas decenas a estudiantes de medicina, residentes, especialistas, ha tutorado o asesorado más de cien trabajos y ha presidido una numerosa cantidad de tribunales.

Vanguardia nacional en once años, diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y Delegado a la Asamblea Provincial, son algunos de los méritos que se unen a su vasta actividad docente en Cuba y el extranjero.

- ¿Por qué escogió la medicina y no otra carrera universitaria?

No hubo tradición familiar, fue una decisión por esa carrera.

- Usted ha realizado toda su actividad profesional en Santiago de Cuba ¿nunca se sintió tentado a trabajar en la capital?

Una vez graduado en 1960 fui a la ciudad de Baracoa en Abril 1961 a realizar el Servicio Médico Rural y allí fui captado por el Profesor Abelardo Hernández para venir a trabajar a Santiago. Aquí comencé en Mayo de 1962 como médico general adscripto al Servicio de Cirugía y empecé la residencia en 1963, hasta hoy.  

- Es casi fundador del Hospital Saturnino Lora ¿siempre en el área de cardiología?

-Llegué aquí dos años después de haberse abierto el hospital, siempre he trabajado en Cirugía General, me hice especialista en 1966.

-¿Qué significó para Usted en lo personal la construcción del cardiocentro santiaguero?

-Un logro siempre soñado porque hacía años veníamos haciendo cirugía cardiaca cerrada. En 1980 se inauguró por el Comandante Juan Almeida la Sala de Cirugía Cardiovascular; en el 1981 se decide la construcción de los cardiocentros y el entrenamiento del personal en la Habana y la RDA. La edificación del nuestro empezó en 1983, se terminó en 1986 y abrió sus puertas en enero 1987.

- ¿Qué factores influyen en el que su centro logre un alto por ciento de supervivencia en los lances quirúrgicos, tanto los más sencillos como los complejos?

-Consideramos que en primer lugar la unidad del colectivo, parte del mismo es fundador y las decisiones son colectivas, colegiadas. Todo esta normado y nadie puede realizar una técnica o variación de una técnica si no se discute previamente y se aprueba por el colectivo. Influye también la superación constante de sus miembros.

- ¿Recuerda su primer caso como cirujano?

-Como cirujano general fue en Baracoa con experiencia limitada, y en la especialidad cardiovascular una CIA (Comunicación Inter Auricular) en el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular en un año de entrenamiento y fue el único caso que me permitieron operar. Mi primera válvula la puse en Guadalajara donde un buen samaritano me consintió y me ayudó a intervenir en ocho valvulares.

- ¿Dónde se han formado los cirujanos cardiovasculares que trabajan en Santiago de Cuba?

-Los tres primeros en la Habana, dos abandonaron el país y el tercero trabaja allá. Los demás se han formado aquí.

 - ¿Se practican en su hospital todos los tipos de operaciones que se pueden realizar en Cuba?

-Excepto trasplante cardiaco y niños menores de 15 kilogramos de peso en los que se requiera circulación extracorpórea. Los niños nacidos con problemas congénitos complejos se remiten al William Soler.

- ¿Cuántos pacientes han sido intervenidos en el centro que usted dirige durante toda su historia?

-5,400, un 75 por ciento con circulación extracorpórea.

- “La formación quirúrgica, competencia y ética” es el título de una de las múltiples conferencias que Usted ha impartido ¿Cuán importante es la ética en su profesión?

-Es lo fundamental en todo médico. En nuestra especialidad es más sensible por las situaciones tan variables de las Cirugía cardiovascular en la que no hay enemigo pequeño. A veces un caso que parece complejo sale y evoluciona bien, otro al parecer sencillo se complica. Debe mantenerse una correcta información del paciente y familiares y SIEMPRE DECIR LA VERDAD en cualquier etapa de la estadía hospitalaria del enfermo. Creo que esa manera de actuar ha logrado que en 23 años de labor se hayan producido al máximo cinco planteamientos o disconformidades de los pacientes y familiares. Somos Colectivo Moral desde 1994.

- Cualquier otro asunto que Usted desee tratar y yo no haya preguntado.

-Felicitar a los compañeros por esta idea de difundir la historia de nuestra especialidad y de sus profesores. El que no está dentro de ella no imagina su complejidad y cuantas cosas hay que prever y organizar para que todo marche bien y con éxito.

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