El gimnasta fue, vio y venció

Con apenas unas semanas de preparación en la nueva modalidad, de origen persa y que combina varias artes marciales con técnicas de la lucha, El gimnasta regresó con una medalla de plata en la división de 100 kilogramos.

La lid reunió a 102 atletas de 38 países, y el habanero, multimedallista mundial en la especialidad olímpica, alcanzó cuatro victorias y se marchó con una sola derrota. En Minsk se impuso al húngaro Peter Juhasz y el canadiense Amir Ba Zrafshan por pegada, al kazajo Nurhanuly Bekbol por 4-0 y al georgiano Iaosni Nemzadze por 6-2, este último en semifinales.

Solamente cedió en la discusión del máximo lauro, frente al iraní Mahjoud Javad, líder de la escuadra que, como era de esperar, se llevó la mayoría de los títulos en disputa.

Días después de esa actuación, Salas dialogó con la prensa:

“Fue una experiencia maravillosa, porque tuve la posibilidad de ser el primer cubano en participar en un evento de este tipo. Además de la medalla de plata, me dieron el trofeo como el mejor atleta de la competencia. Estuvo todo muy bien organizado. Del continente americano fuimos nada más que dos medallistas: yo y un brasileño.”

¿Cómo fueron los combates?

“En la final tuve un problema técnico. En esta modalidad si pasas la espalda por el colchón pierdes al momento. El combate fue muy interesante, pero yo en mi reacción natural de librista hice una virada que no debí hacer y ahí se me fue la victoria, porque por regla al hacer eso termina el combate por pegada aunque estés ganando.”

Para el público cubano es muy poco conocida esta modalidad, ¿crees que se pueda regresar a un Mundial de este tipo?

“Creo que vale la pena darle al público cubano más elementos de este tipo de lucha, para que la vayan conociendo. No sé si volvamos a participar en este tipo de eventos, espero que por la actuación que tuve yo sí se haga. Yo estaba todo el tiempo pensando en eso mismo, en hacerlo bien para que se repita la experiencia, e incluso se pudiera hacer en Cuba un equipo de lucha pahlavani.”