Moonlight desafía a los Oscar

Moonlight desafía a los Oscar
Fecha de publicación: 
20 Noviembre 2016
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Moonlight, de Barry Jenkins, un filme intimista que da cuenta de cómo es crecer en los barrios pobres y negros de Estados Unidos, suena como una de las grandes candidatas a los premios Oscar, lo que atenuaría, al menos en parte, la polémica desatada en 2015 por la falta de diversidad en las nominaciones de actores y directores, todos blancos. La película, producida por el actor estadounidense Brad Pitt, abrió hoy las exhibiciones de la competencia internacional en la 31 edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Barry Jenkins es negro, como todos los protagonistas de su película. También lo es el dramaturgo Tarell McCraney, autor de la obra en la que se basó el filme: A la luz de la luna, los chicos negros se ven azules. Las madres de Jenkins y McCraney eran adictas al crack.

Aunque no se conocían, ambos crecieron a una cuadra de distancia en el mismo barrio de Miami donde fue rodada la película. Según escribió su director, «no hay una sola escena en el filme que no hayamos vivido Tarell o yo». Y se refiere a situaciones con las que ambos lidiaron desde niños: pobreza, soledad, falta de afecto, bullying, madres adictas y la entereza para crecer —no sin mella— en un ambiente más que adverso.

Así es la vida del pequeño protagonista de Moonlight, Chiron (interpretado por tres actores diferentes en distintos momentos de su vida). Se hace muchas preguntas que no tendrán respuesta hasta muchos años más tarde, con su despertar sexual.

Este filme, dividido en tres capítulos, explora no solo en los dramas sociales y en la homofobia, sino también en la masculinidad en la homosexualidad. Y lo hace de modo muy emotivo. El director de fotografía del filme, James Laxton, ajustó el contraste de iluminación para enfatizar el tono de piel de los actores, todos afroamericanos. Las tonalidades y texturas diferentes de los tres momentos en que se divide la película da cuenta de los estados de ánimo de los personajes. La cinta tuvo su estreno internacional en septiembre pasado en el Festival de Telluride (Colorado, Estados Unidos), donde fue ovacionada, y luego se exhibió en el Festival de Toronto. La revista Variety sostuvo que Moonlight es «una obra de arte socialmente consciente tan esencial como perspicaz». T Rolling Stones la calificó directamente como una «obra maestra». Los aplausos recibidos en la función para la prensa en Mar del Plata indican que también aquí se llevará la aprobación de la crítica.

El filme de Jenkins es una nueva llaga para la polémica desatada en 2015 apenas se dieron a conocer las nominaciones a los Oscar, en las que ningún director, actor o actriz afroamericano recibió nominaciones. En ese momento, estallaron en protesta las redes sociales, en las que devino famoso el hashtag #SoWhiteOscar (Oscar muy blanco), cuando la película Selma, basada en la vida de Martin Luther King —dirigida por la afroamericana Ava DuVernay y con un protagonista de ascendencia nigeriana, David Oyelowo— figuraba entre las películas del año.

Al debate de entonces se sumaron figuras de renombre, como la conductora televisiva afroamericana Oprah Winfrey —productora de Selma— y el director Spike Lee, entre otros. La pregunta que rodaba en el aire era «¿Es Hollywood racista?». Esa premisa permitió investigar un poco más: de los integrantes de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, que vota a los nominados, solo el 2% son descendientes de africanos y menos del 2%, latinos. Las nominaciones anunciadas en enero de 2016 confirmaron la denunciada falta de diversidad por segundo año consecutivo.

Creed, que había sido escrita y dirigida por el afroamericano Ryan Coogler y protagonizada por un hombre negro, recibió una sola nominación, para un blanco. Otro tanto sucedió con Straight Outta Compton, dirigida por el negro F. Gary Gray, con muy buenas actuaciones de actores negros, si bien no muy conocidos, pero sus dos guionistas, blancos, obtuvieron la única nominación para ese filme. La Academia, integrada en un 77% por hombres, nombró como presidenta en 2013, para mejorar su imagen, a Cheryl Boone Isaacs, la primera mujer, y negra. Sin embargo, las cosas no han cambiado demasiado. O, al menos, tan rápido como se esperaba. La gran interrogante es si Moonlight logrará nominaciones para los premios Oscar o si podrá llevarse al menos una estatuilla. Méritos le sobran.

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