Tackles, corazón, ¿boletos olímpicos?

Confieso que me sorprendió el anuncio de la participación cubana en la edición número 50 de los campeonatos mundiales de lucha, la cual subirá el telón el próximo lunes en Estambul, Turquía, con cinco grequistas y otros tantos en el estilo libre entre gladiadores de 105 países. Máxime si se tiene en cuenta que hace un año en Moscú los nuestros culminaron en el séptimo lugar del medallero general con una medalla de oro, una de plata y tres bronces. Además de los 38 puntos y el tercer escaño de la libre por detrás de Rusia (66) y Azerbaiján (42); el quinto de la greco con 24, codeándose los propios rusos (46), turcos (32), azeríes y armenios (26); y el notable quinto lugar de la libre femenina, halada por la actuación de Catherine Videaux, nuestra única exponente.

Ahora, encabezados por el gigante de ébano Mijaín López (120 kg) y la motivación de su quinta corona universal, marcharán los también medallistas al máximo nivel Pablo Shorey (84) y Pedro Isaac (66), además de Yasnier Hernández (55) y Yunior Estrada (96), nuevamente bajo la égida de Pedro Val y Filiberto Azcuy.

Mientras, la principal carta del técnico Julio Mendieta será el bronceado de la capital rusa, Frank Chamizo (55), escoltado por Yunierky Blanco (74), Alejandro Valdés (60), Liván López (66) y Disney Rodríguez (120), quienes, al igual que en la versión precedente, realizan una base de entrenamiento en Italia para llegar en óptimas condiciones a tierras turcas el próximo sábado, 24 horas antes del pesaje oficial y 48 previas a la salida al colchón de los exponentes clásicos Yagniel Hernández (55), Pedro Isaac (66) y Yunior Estrada (96).

Lo cierto es que tendrán que poner todo su arsenal técnico y el corazón para tacklear por una medalla, pues entre otros monstruos defenderán su corona los libristas rusos Víctor Lebedev (55), Besik Kudujov (60), Denis Tsargush (74) y Filial Majov (120), mientras en el estilo clásico lo hará Ambato Vachadze (66). En esta gesta pactada a desbalances y agarres tampoco deben olvidarse la potente escuadra anfitriona, Azerbaiján, Irán, Armenia y algunas individualidades de otras naciones.

Volviendo al porqué de mi desacuerdo con la ausencia de nóminas completas entre los varones y la posibilidad de llevar, por su calidad probada en el entorno continental, a la propia Catherine y Lisset Echevarría (72) a este Mundial, con boletos olímpicos reservados para los seis primeros de cada división, les diré que la lucha fue el mejor deporte individual de Cuba en el 2010.

Históricamente ostenta medallas a todos los niveles, incluso es la única disciplina que no se ha ausentado de lo más alto del podio olímpico desde Barcelona ’92. Los grequistas  impusieron su casta en Patras, Grecia 2001, y los libristas casi lo consiguen en Budapest, Hungría 2005, argumentos más que sólidos para sustentar su condición de disciplina estratégica.

Es cierto, no podemos obviar la incidencia de cuestiones económicas a la hora de tomar decisiones de esta índole, pero ya por ese motivo declinamos participar este año en la cita del orbe juvenil, sumamente importante para evaluar las potencialidades del relevo; y los luchadores que no se pudieron enrolar ahora en la cruzada mundialista de Estambul, perdieron la posibilidad de foguearse al nivel supremo previo a los Panamericanos de Guadalajara. ¿Acaso no son las disciplinas de combate junto al atletismo las de mayor aporte al medallero antillano en eventos múltiples? Pues en función de mantenerlas saludables, hay que analizar todas las variables. Por el momento, desde el próximo lunes y hasta el domingo 18, en el coliseo de Estambul diez gladiadores cubanos tacklearán con el corazón.