Espectacular conjunción de Júpiter y de Venus

Júpiter, nuestro gigante gaseoso, el rey indiscutible de los planetas, y Venus, un pequeño infierno a más de 400º de temperatura, pasean durante estas últimas noches casi cogidos de la mano en una de las más espectaculares conjunciones de los últimos años.

Dos mundos radicalmente diferentes y distantes, alejados por cientos de millones de kilómetros, se muestran estos días como dos luces hermanas en nuestro firmamento.

Desde el pasado martes, y siempre que el tiempo y las nubes nos lo permitan, podemos disfrutar de una de las más claras conjunciones de estos dos planetas en el cielo y sin necesidad de utilizar ningún telescopio. A simple vista y con sólo elevar un poco la mirada hacia el oeste.

Hay que aclarar que, evidentemente, tanto Júpiter como Venus no están tan próximos como aparentan estos días, sino que es la perspectiva que tenemos de ellos desde la Tierra la que nos ofrece esa relativa cercanía. Las órbitas del Sistema Solar hacen que, desde nuestro punto de vista, ambos planetas aparezcan en el cielo como dos puntos vecinos, a pesar de estar tan alejados el uno del otro.

El mejor momento para disfrutar de esta conjunción es en las primeras horas de la noche, un poco después de que el atardecer dé paso a la noche cerrada. En esa observación, podréis ver dos brillantes puntos fijos (sin parpadeos) uno al lado del otro, en una preciosa conjunción que, si os perdéis durante estas semanas, ya no podréis disfrutar de otra igual hasta octubre de 2015.

Una bella visión que será aún más completa cuando, a partir del próximo día 25, nuestra Luna se una a la conjunción planetaria, formando un trío celestial digno de ver.

Como decimos no es necesario contar con ningún tipo de telescopios o prismáticos para poder verlos, puesto que se muestran fácilmente distinguibles a simple vista. Pero si eres aficionado a la fotografía siempre puedes recordar esta conjunción intentando la foto perfecta. Para ello te aconsejamos buscar un lugar alejado de las ciudades, con la menor contaminación lumínica posible, aprovechar las últimas horas de la tarde e ir provista de un buen trípode para captar con mayor nitidez el alineamiento planetario, junto con algunas estrellas vecinas, como Betelgeuse, Sirio o Aldebarán.