Para Teatro de las Estaciones “2015 fue un número bonito”

Para Teatro de las Estaciones “2015 fue un número bonito”
Fecha de publicación: 
17 Enero 2016
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Su director, Rubén Darío Salazar comenta en la bitácora anual de Estaciones: “somos lo que somos y nunca hemos querido ser otra cosa que esta tropa de titiriteros a la conquista de un sueño. Cada quien va por el mundo como puede, en pos de su quimera, unos acompañados y otros sin el cortejo necesario o anhelado, a veces ni siquiera batallado, no es nuestro caso. Cada figura, espectáculo o acción pedagógica y promocional que hemos hecho, ha sido un grito guerrero de una beligerancia pacífica. Defendemos el amor por lo que hacemos y por los que lo hacen o hicieron aquí o allá, porque nos sentimos como una gran familia que exhibe todos los soles y bemoles de una casta juglaresca.”

Seguidamente aparecen números que son mucho más que eso, pues expresan una vocación y una voluntad: hacer teatro: “Más de 100 funciones de 11 de nuestros espectáculos en repertorio activo, ofrecimos por toda Cuba durante 2015.” Estaciones participaron en la celebración de los 90 años de Abelardo Estorino y ofrecieron en Cienfuegos una función especial a los integrantes del jurado del Premio Casa de las Américas. Cuento de amor en un barrio barroco recorrió la isla en febrero con éxito total, un atrevimiento necesario que incluyó orquesta en vivo y la participación del cantautor cubano William Vivanco.

“Los vasos comunicantes de las diferentes artes nos hicieron enfrentar en marzo desde la dirección, el diseño de luces, la conducción y los audiovisuales, el homenaje de Matanzas a la cantautora Marta Valdés en su 80 cumpleaños. Nuestra salita Pepe Camejo se vistió de gala con su presencia junto a la de varios artistas de la ciudad.  La compositora habanera fue inmensamente feliz. Para eso se entabla un dialogo entre las diferentes disciplinas culturales, para convocar la alegría y diseminarla.”, recuenta Rubén en su bitácora anual.

La visita del grupo de tunero Teatro Tuyo fue una oportunidad que aprovecharon al máximo  sus colegas de Estaciones y el público matancero y así, de una en otra, llegó un proyecto conjunto con el Ministerio de Educación y otras instituciones nacionales e internacionales: la Muestra de artes escénicas para niños y jóvenes Cazando mariposas, sobre este comenta Darío Salazar:

“… persiguió el objetivo de estimular en los niños y en los profesores la posibilidad de una formación pedagógica y cultural rica en valores y espiritualidad. Cuatro días en La Habana de espectáculos, conferencias, diálogos y encuentros. El punto de partida para un trabajo conjunto con los maestros primarios, secundarios, de las escuelas de educación especial, instructores de arte y directores teatrales de todo el país.”

Por tercera ocasión en los Estados Unidos, Estaciones recorrió los estados de Vermont, Nueva York y Florida. La versión del dramaturgo Norge Espinosa sobre el cuento Andersen  “El Patico feo” y el espectáculo “Por el Monte Carulé”, demostraron que el buen teatro es un lenguaje universal.

Zenén Calero arribó a los 60 años y se hizo la fiesta con el auspicio de Tablas Alarcos, la Casa de la Memoria Escénica y el Consejo Provincial de Matanzas e incluyó coloquio teórico, exposición fotográfica y espectáculo de cumpleaños para quien Rubén califica “nuestro mago del diseño” cuya “carrera profesional de Zenén no solo ha sido de logros estéticos, sino también pedagógicos y socioculturales.”

Al 16 Festival Internacional de Teatro de La Habana asistieron con tres de las producciones aptas para toda la familia: “Cuento de amor en un barrio barroco”, “El irrepresentable paseo de Buster Keaton” y “Canción para estar contigo”. Esta última también fue aplaudida durante el Festival Internacional de la Cultura Maya en Mérida, México, en octubre y en el  Festival de la Cultura del Caribe en Cancún un mes más tarde.

Apretadito, en solo un párrafo, resumió Rubén un largo diciembre que comenzó con FIART: “Volvimos a Santiago de Cuba para participar de la Jornada de Artes Escénicas de la UNEAC, con la obra “Pinocho corazón madera”, versión libre sobre el cuento de Carlo Collodi, de Norge Espinosa, además de impartir un taller de dramaturgia y dos conferencias sobre dirección, diseño y contemporaneidad del teatro de figuras. Sorpresa inesperada fueron las siete nominaciones a los Premios ACE (Asociación de Cronistas de Espectáculos) de Nueva York, en las categorías de mejor producción, dirección artística y actuaciones, otorgadas a los espectáculos “Por el monte carulé” y “El patico feo”.

Y así, como si no fuera suficiente abren el año enredados en el tremendo reto que significa llevar a escena un texto de Martí, a quien Estaciones vuelve una y otra vez porque les gusta lo difícil, lo riesgoso, porque no tienen miedo y sí muchas ganas de hacer teatro, para la gente así, todos los números son bonitos.

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