EN LIBRERÍAS: Trece cebras bajo la llovizna

EN LIBRERÍAS: Trece cebras bajo la llovizna
Fecha de publicación: 
7 Octubre 2015
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“En el panorama actual de la poesía cubana, Lara se ha  afirmado como una voz singular que acusa, entre otros rasgos, un elevado índice de contemporaneidad. Sus versos y aforismos recogidos en siete libros anteriores, dejan entrever un raro ecumenismo temático e ideo estético que lo distinguen  y a la vez lo acercan, en cierta medida, a la poesía que escriben las más jóvenes generaciones de poetas cubanos”; tal afirmación fue hecha por el reconocido intelectual   Alberto Marrero en el prólogo del libro Trece cebras bajo la llovizna, compilación de poemas escritos dentro y fuera de Cuba durante los años 2013 y 2015 por el prolífico artífice Jesús Lara Sotelo (La Habana, 1972).

Sobre la más reciente entrega literaria del también pintor, escultor, ilustrador, fotógrafo y ceramista, Marrero apunta que su autor parece desafiar “los límites de su propia capacidad y se empeña en una suerte de cruzada a favor de aquello que considera paralizador y dogmático, otra peculiaridad esencial que lo sitúa, a mi juicio, fuera de toda etiqueta, tendencia o estilo”.

Sobre esa particularísima manera de pensar y de ver al mudo y a sí mismo, el prologuista apunta que desde muy temprano Lara se enfrentó a temores, incomprensiones y desconciertos para arribar a convicciones “que, en medio del dolor (físico e espiritual) fue forjándose”, y que lo instaron “a vislumbrar el paisaje humano con sus azarosas veleidades, repliegues, dobleces y oscuras zonas de convivencia. Con espontánea y luego deliberada deconstrucción de la conducta y el pensamiento, fue indagando  en el significado más profundo y conmovedor de su vida y en la de los otros. Razones como estas  llevaron al crítico y ensayista Rufo Caballero (uno de los primeros estudiosos de la obra poética de este autor), a la aseveración de que Jesús Lara era un “filósofo en primer lugar y luego, por extensión, poeta, pintor, escultor”.

En un artículo publicado sobre este poemario bajo el título de Un hombre que provoca lluvias, la colega Yanet González Portal enfatiza que Trece cebras… “tiene gran protagonismo también el carácter autorreferencial. El lector pasará en él por la posición de criminal, confidente, aprendiz, editor de sus textos, cuestionador de lo vivido y por la ´voz de papel´   que crea Jesús Lara para distanciarse conscientemente del mensaje que emite. Es imposible no sonrojarse ante el goce evidente, no temblar con sus declaraciones y no intentar responder sus preguntas con la misma urgencia que se nos hacen: ´ ¿Dónde carajo están las puertas de emergencia? (…)´, ´ (…) ¿Quién dijo que la asfixia dejó de ser un problema, (…)´, ´(…) ¿Estaremos mutando?´.

“El autor —agrega Yanet— consigue que dejemos de ser lectores para convertirnos en ´personajes´. Quienes conocen a Lara saben que él tiene ese privilegio de influir, de persuadir con la palabra. En la plástica convida al ejercicio consciente de la restauración de la percepción, lo que él llama la vuelta a la contemplación retiniana , que hace regresar al espectador a la obra una y otra vez, dejando que gradualmente la información de lo percibido se desenvuelva en nuestra psiquis”.

En tal sentido, en su extenso texto la periodista recuerda que el connotado poeta “César López consideró que ´Lara, al igual que en su obra plástica, muestra en la poesía los vaivenes y toques de diferentes estéticas y tonalidades´ . No habría mejor escena que estas palabras del intelectual cubano para describir el libro Trece cebras bajo la llovizna, porque nuestro autor no puede limitarse a un estilo, tendencia o moda del momento. La moda, la televisión, el arte  efímero enferman a Lara…”.

Según Jesús Lara, este libro trata sobre “la historia del mundo contada a la sociedad contemporánea, con sus fobias, avideces, con sus delirios, etc. Es un libro de doble filo que por un lado no se resigna a ocultar la verdad y por otro, sabe que decirla traerá consecuencias. Este libro es un retrato psicológico del mundo, visto por un hombre que no se cansa de decir lo que piensa sin miedo a sí mismo”.  Aunque vale subrayar que el texto no aspira a una unidad temática general, sin embargo, la libertad del ser humano es su denominador común y una de las mayores preocupaciones del autor.

Lara además tiene publicados los poemarios ¿Quién eres tú, God de Magod? (2009), Alicia y las Odas prusianas (2011) y Domos Magicvs (2013) además del libro de aforismos Mitología del extremo (2009). Posee doce  textos inéditos de diferentes géneros como la propia poesía, aforismos, críticas y ensayos. Como reconocido artista de la plástica ha realizado más de 65 exposiciones dentro y fuera de Cuba y obras suyas se encuentran en diversas colecciones alrededor del mundo.

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