Muestras de respeto a Francisco desde El Cobre a la Catedral

El Papa Francisco, en su último día de visita apostólica a Cuba, llegó a la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba, ubicada en el Parque Céspedes, para sostener un encuentro con familias cubanas y bendecir a este pueblo desde su atrio.

Desde horas tempranas creyentes y no creyentes acomodados en cientos de sillas esperaron el arribo del Santo Pontífice, aclamado con frases de amor y amistad por miles de personas congregadas en calles aledañas, ventanales y terrazas del Hotel Casa Granda y el Gobierno Municipal.

Por todo ello, al dirigirse desde el balcón central de la Catedral a una representación del pueblo santiaguero presente en esta plaza, enaltecida por tantos acontecimientos trascendentales de la Patria, el Papa Francisco estará sumando otra página a la gloriosa historia de Santiago de Cuba.

Procedente del Santuario a la Virgen de la Caridad de El Cobre, donde ofició su última misa de las tres previstas en su visita pastoral a la Isla, fue saludado por hombres, mujeres y niños por todo el recorrido de casi 20 kilómetros.   

El máximo representante de la Iglesia Católica abordó el auto panorámico en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, de esta urbe,  para estar más cerca de las personas que le manifestaban palabras de afecto a su paso a quien reconocen como Misionero de la Misericordia.

En un ambiente de alegría y respeto, con la sensación de vivir una experiencia única, los habitantes de Santiago de Cuba portaron pequeñas banderas cubana, blancas y amarillas del Vaticano y flores, expresión de regocijo por el importante suceso.

Francisco se ha mostrado muy contento con el recibimiento y las manifestaciones de cariño que hasta el momento le han dispensado los cubanos, afirmó en esta ciudad, el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede.

La liturgia de esta mañana en El Cobre estuvo dedicada a las Casas de Misión y al centenario de la petición de un grupo de veteranos de la guerra de independencia de Cuba para que la Virgen fuera considerada Patrona de la Isla.

El Santo Padre dedicó una oración íntima a la Virgen de la Caridad en su templo, con un mensaje de esperanza y sostenimiento a las familias, niños y jóvenes.

A la evocación del amor derramado sobre los corazones de los cubanos dentro y fuera de la Patria como símbolo de esperanza y  comunión fraterna imploró el Santo Padre, sentado frente a un altar engalanado con velas y flores para la sacralidad del momento.

Siempre acompañado por Eugenio Granado, sacerdote de esa Iglesia, y Dionisio García, Arzobispo de Santiago de Cuba, el Sumo Pontífice ofrendó un florero de plata laminado con el escudo de su Santidad, con flores blancas y amarillas de cerámica y tallo también de ese precioso metal.

El Obispo de Roma llegó la víspera a esta ciudad, donde fue recibido por Esteban Lazo Hernández, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y autoridades de la provincia.

La ceremonia de despedida  será en horas del mediodía de hoy en el aeropuerto internacional Antonio Maceo, de esta ciudad, desde donde el Papa Francisco partirá hacia los Estados Unidos.