Cuba-USA: Reverdecido jardín de espinas

Cuba-USA: Reverdecido jardín de espinas
Fecha de publicación: 
24 Enero 2015
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Al iniciarse un deshielo entre Cuba y Estados Unidos, los segundos asoman sus propósitos al respecto.

Este viernes el Nuevo Herald citó a “una fuente” no identificada que le habló sobre posibles autorizaciones de compras a la isla.

Figurarían en una lista del Departamento de Estado que se ajusta a medidas establecidas el día 16 del presente mes.

De acuerdo a una periodista del diario, Nora Gámez Torres, la referida nota incluye ofertas de bienes y servicios que brindan “empresarios privados cubanos”.

Estos, añade, podrán ser importados en los Estados Unidos para estimular la creatividad de hombres de pequeños negocios   (“cuentapropistas”).

También, subrayó Gámez, con el ánimo de promover el interés de La Habana por ampliar sus exportaciones.

Ella aclara que las nuevas regulaciones comenzaron a regir este 16 de enero, así como que prevén apoyarlas.

Sin embargo, puntualiza, es el Departamento de Estado quien decide las comprendidas en el sector privado y cuáles serían los productos a comprarle a la isla.

La fuente anónima que informa al Herald deslizó este viernes que Washington tratará de imponer una disyuntiva al gobierno cubano.

O elimina sus actuales regulaciones a los empresarios o se atiene a ser visto como quien establece “el bloqueo interno”.

En apoyo de esa variante de chantaje acudieron al profesor universitario canadiense Archibald Ritter.

¿Qué declaró al Herald? El monopolio estatal sobre las importaciones y exportaciones representa un obstáculo para que Washington apoye al sector privado en Cuba.

Mientras eso transcurre bilateralmente, en Miami continúan expresiones “ultras” de rechazo al acercamiento entre los dos países.

Así, por ejemplo, efectuaron  una vigilia  en el Monumento Memorial Cubano que desaprobó el diálogo iniciado entre Washington y La Habana.

También rechazaron la petición formulada por el presidente Obama al Congreso de que finalice el “embargo” a la nación caribeña.

Paralelamente hubo un interesante suceso en la misma localidad, que reportó su periodista Patricia Mazzei.

Según escribió ella el jueves, allí se produjo una votación “extremadamente inusual”, no en Washington o en La Habana, “sino en Miami”.

Tuvo lugar en la Comisión del municipio Miami-Dade, donde acordaron por unanimidad pedir al Congreso que “revise” la Ley de Ajuste Cubano.

Fue impuesta en 1966 por la ultraderecha de origen cubano y establece, como único caso en el mundo, que ciudadanos de ese origen soliciten residencia en Estados Unidos al año y un día de su llegada.

Debido a ser una autoridad local,  esa Comisión no tiene potestad sobre la conducta exterior de su gobierno.  

Pero al tratarse del poder legislativo de un territorio donde se concentra la mayor cantidad de cubanos residentes en aquel país, su votación deviene símbolo  de que esa política hacia Cuba debe ser reconsiderada.

Otro suceso aconteció este miércoles cuando uno de los concejales, Bruno Barreiro, republicano e hijo de inmigrantes favorecidos por la Ley de Ajuste Cubano, sugirió al Congreso que la derogue “por completo”.

Luego, desde su estrado en la Comisión, Barreiro restó importancia a críticas de que él se estaba sumando al bando de Obama.

Al final del encuentro, aceptó una enmienda propuesta por Esteban “Steve” Bovo, republicano e hijo de un invasor de Girón en 1961, quien pidió al Congreso que “revise y enmiende la Ley de Ajuste Cubano”.

Lo nuevo no son las esperadas contradicciones, es la reunión bilateral en sí, que tiene lugar, a pesar de todo, en un reverdecido jardín de espinas.

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