A 20 años del crimen, recuerdan a los Mártires de Tarará

Familiares, combatientes del Ministerio del Interior (MININT) y amigos asistieron hoy al homenaje, en la Base Náutica de Tarará, que conmemoró el asesinato hace 20 años de cuatro valientes jóvenes por delincuentes que pretendían abandonar ilegalmente a Cuba.

   En el acto, fueron recordados los combatientes Rolando Pérez Quintosa, Yuri Gómez Reynoso, Orosmán Dueñas Valero y Rafael Guevara Borges, conocidos como los mártires de Tarará.

   Al hacer uso de la palabra, Rolando Pérez Labrada, hijo de Pérez Quintosa, se refirió al suceso y expresó: "¿Qué palabras se le dice a una madre, cómo se le explica a una esposa, o a la hermana o el hermano, o al hijo, que su ser querido fue asesinado?".

   Dijo que, cuando se repasan los detalles de aquel horrendo crimen, se puede comprender el dolor y la indignación que tan repugnante hecho ocasionó en el pueblo cubano.

   No obstante, advirtió, la sangre derramada por ellos nos acompañará siempre, su muerte nos confirma la naturaleza del adversario y fortalece la convicción de la justeza de lo que defendemos.

   En sus declaraciones a la prensa, Pérez Labrada dijo que hoy estudia (en calidad de cadete insertado) en la Universidad de las Ciencias Informáticas y lamentó no haber podido realizar el sueño de todo niño (crecer junto a su padre), ya que esa acción criminal se lo arrebató.

   Por su parte, el teniente Giorgis Fuentes Olivera, primer instructor de la Dirección General de la Policía Nacional Revolucionaria (DGPNR), recordó el ejemplo de Rolando Pérez Quintosa -Héroe de la República de Cuba-, quien aún mortalmente herido identificó al principal autor y batalló por su vida durante más de un mes.

   Fue como si en un gesto de valor, y para honrar a sus compañeros caídos, cumpliera su última misión: contribuir a la captura de los bandidos.

   En nombre de los jóvenes que integramos las filas de la DGPNR, ratificamos el compromiso de continuar preservando la obra por la cual ellos cayeron, añadió Fuentes Olivera.

   Mientras estos jóvenes, cuya edad oscilaba tan solo de 19 a 30 años edad, cumplían con su deber de proteger el orden y la tranquilidad del país, sus fronteras y bienes, les fue sesgada la vida de manera traicionera y brutal.

   Amordazados, golpeados y baleados, mueren indefensos, lo que revela la cobardía de sus verdugos, quienes -armados y en grupo- los remataron.

   Todavía hoy, se conmueve todo joven o niño que conoce el suceso del nueve de enero de 1992; así se pudo confirmar este viernes cuando, al término del acto, combatientes del MININT, pioneros y maestros recorrieron el museo que testimonia aquella masacre.

   El homenaje fue presidido por los miembros del Buró Político del Partido Comunista de Cuba Mercedes López Acea, primera secretaria de esa organización en La Habana, y el General de Cuerpo de Ejército Abelardo Colomé Ibarra, ministro del Interior.

   Asistieron, además, otros altos jefes y oficiales del MININT, pioneros y maestros de la localidad.